En una de sus ruedas de prensa más tensas, Donald Trump ya apuntó que podría haber algún cambio en su Administración. Y, nada más terminarla, anunciaba la sustitución del fiscal general Jeff Sesions. Era el fin a una tensa relación que comenzó cuando Sessions se inhibió en la investigación sobre la posible influencia de Rusia en la campaña que llevó a Trump a la presidencia. Aquello condujo al nombramiento del fiscal especial Robert Mueller para que investigara una trama que, en parte, también provocó el cese del director del FBI, que ha puesto al propio Muller en la diana y que, en conjunto, ha sido un dolor de cabeza para el presidente. El sustituto de Session será, temporalmente, Matthew Whitaker, hasta ahora su jefe de gabinete en el Departamento de Justicia y hombre de confianza de Trump.
A todo esto estará muy pendiente la prensa, especialmente, aquella a la que Trump rechaza y con la que ayer volvió a enfrentarse. La Casa Blanca ha retirado la acreditación a un periodista de la CNN acusándole de forcejear con la joven que pasaba el micrófono. Para la cadena de televisión esta decisión no tiene precedentes y supone una amenaza para la democracia.