El escritor y periodista Leonardo Padura (La Habana, 1955), galardonado con el Premio Princesa de Asturias de las Letras 2015, ha dedicado su discurso a reivindicar el sentido de pertenencia y su identidad cubana como el germen de su profesión, y como razón de ser de su vida, además de poner en valor la gratitud, el poder del amor y de la amistad.
"A Cuba, a su cultura y su historia debo casi todo lo que soy profesional y humanamente", ha manifestado recordando a sus antepasados, y añadiendo: "Soy cubano por mis 64 costados".
De esta forma, ha tenido emotivas palabras de recuerdo para el barrio habanero de Mantilla donde se crió, donde vive en la actualidad y donde se enamoraron sus abuelos y sus padres "hasta el último aliento", ha señalado ante los más de 1.500 invitados que llenaban el Teatro Campoamor, en Oviedo. De sus progenitores y de sus amigos de la niñez con los que jugó al béisbol durante 18 años, aprendió "la fraternidad, el humanismo, y la solidaridad entre las personas".
El escritor siempre ha residido en La Habana por este arraigado sentido de pertenencia del que hace gala, a pesar de las críticas hacia el régimen castrista que desliza en sus obras.
En su discurso en la entrega de los Premios Princesa de Asturias, Padura también ha profesado su amor hacia la "maravillosa lengua española" que le ha permitido encarnar sus ideas y desarrollar su trayectoria literaria, y hacia sus esposa, Lucía López Coll, "por ayudarme a conseguir tanto lo que ha sido y está siendo la novela de mi vida".