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El ministro del Interior ha dicho que en la reunión con su homólogo marroquí no se ha hablado de la prohibición de entrada a los medios de comunicación españoles al Sáhara.

El vicesecretario de comunicación del PP ha dicho que nunca se había visto a un gobierno de España que no creyera a la prensa española y que ha dejado a los periodistas por mentirosos.

El ministro del Interior se ha reunido con su homólogo marroquí que ha explicado el desmantelamiento del campamento saharaui. Ha dicho que las fuerzas de seguridad se limitaron a liberar el campamento de El Aaiún porque estaba en manos de milicias armadas.

El Gobierno de España no va a condenar por el momento a Marruecos por la situación actual en el Sáhara Occidental. Es la conclusión que se desprende de las palabras de la ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, que ha explicado este martes en el Senado que "un Gobierno responsable y serio" sólo "actuará en consecuencia cuando los hechos sean probados", no "basándose en opiniones".

Durante su intervención en la sesión de control al Gobierno en la Cámara Alta, Jiménez ha añadido que en el conflicto ha habido víctimas "por ambos lados" y ha insistido en que España seguirá jugando el papel "que le corresponde", que a juicio de la ministra es el de "favorecer el diálogo entre el Frente Polisario y Marruecos".

La titular de Exteriores ha sido preguntada por varios grupos acerca de la posición del Gobierno español en el conflicto y en sus respuestas ha reiterado la "profunda preocupación" del Ejecutivo por un conflicto del que "no es protagonista" pero del que ha pedido una investigación.

Taib Cherkaui devuelve la visita que Rubalcaba hizo a Rabat en agosto, tras los incidentes de Melilla. Esa reunión se produce en plena crisis del Sáhara.

El Partido Popular ha pedido al Gobierno que informe de los resultados de la reunión con el ministro de interior marroquí y que exija explicaciones. La Ministra de Exteriores por su parte, ha insistido en que el Gobierno está siendo contundente.

Sin decirlo expresamente, el gobierno marroquí ha insinuado que en el campamento desmantelado podía haber miembros de Al Qaeda en el Magreb. Para apoyar su versión, ha mostrado un vídeo, con imágenes muy crudas, en el que se vería a miembros del campamento atacando y vejando a sus agentes.