El hospital maternoinfantil de Sant Joan de Déu usará un exoesqueleto para ensayar terapias en pacientes con atrofias musculares con el fin de mejorar su calidad de vida y retrasar las complicaciones derivadas de la pérdida de fuerza y movilidad, como la osteoporosis.
Los primeros en beneficiarse de este aparato, que es el primer exoesqueleto pediátrico portable del mundo, serán menores del centro barcelonés afectados por Atrofia Muscular Espinal, también conocida como AME. Se trata de la segunda enfermedad neuromuscular más frecuente en la infancia, con una incidencia de uno por cada 10.000 bebés nacidos, y no tiene cura, por lo que los tratamientos se centran en retrasar la aparición de complicaciones.
Durante un año, los pequeños seleccionados realizarán tres entrenamientos semanales de una hora, consistentes en caminar usando el exoesqueleto, y se controlarán varios parámetros para determinar si en ese tiempo ha mejorado la calidad de vida del paciente, cómo tolera su cuerpo el uso continuado de este aparato y si realmente se han frenado los efectos secundarios de la atrofia muscular. El sistema consiste en unos largos soportes, llamados órtesis, que se ajustan y adaptan a las piernas y al tronco del niño. En las articulaciones, una serie de motores imitan el funcionamiento del músculo humano y aportan al pequeño la fuerza que le falta para mantenerse en pie y caminar.