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La reforma laboral pone coto al absentismo y facilita el despido, incluso en caso de baja justificada. ¿Adios al escaqueador profesional? ¿Pagan justos por pecadores?. Infórmese de cuales son las reglas del juego, sobre todo si es usted de los que se ausentan o de los que carga con trabajo ajeno (12/03/12).

El Congreso ha convalidado la reforma laboral del Gobierno con los votos de PP, CiU, UPN y Foro, con 197 votos a favor y 142 en contra. En el debate la ministra Fátima Báñez ha animado a los grupos políticos a que presenten propuestas para incorporarlas durante el trámite parlamentario y ha pedido a los socialistas que abandonen las pancartas. Ha defendido también que la reforma no hace más fácil el despido sino que sea con causa. La portavoz del PSOE ha calificado la reforma de inútil y una barbaridad económica.

La primera valoración del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tras la votación de la reforma laboral, ha sido de "satisfacción" aunque ha lamentado la falta de apoyo de los sindicatos. "Hemos intentado hablar con ellos", ha dicho, para añadir: "Estamos en el 2012. Esto es lo que necesita España para que haya crecimiento económico y se creen puestos de trabajo".

La ministra de Empleo, Fátima Báñez, ha defendido la reforma laboral en el Congreso de los Diputados y ha subrayado que esta es "la reforma del empleo, que para facilitar el despido ya están los gobiernos socialistas". Ha recordado que durante la crisis se han destruido tres millones de puestos de trabajo. En su réplica, a la portavoz socialista, Soraya Rodríguez, Báñez se ha mostrado especialmente combativa y ha desgranado las reformas laborales realizadas por los gobiernos del PSOE remontándose hasta los contratos basura del año 82, el recorte de prestaciones de desempleo en 92 o el encadenamiento de contratos temporales de la reforma del gabinete de Zapatero. Rodríguez había señalado que la reforma laboral es "inútil y abarata el despido improcedente un 43%". La ministra ha insistido en que la reforma es completa porque es "integral" y es equilibrada porque "está pensada para salvaguardar el interés general". Ha reiterado que gracias a la flexibilidad interna en las empresas se conseguirá "una mayor estabilidad en el empleo".

El Congreso convalidará mañana el decreto de reforma laboral vigente desde hace casi un mes Hoy los sindicatos han presentado su alternativa para cambiarla de raiz e insisten en la negociación con el Gobierno. Mientras, el presidente de CEOE dice que ya está sirviendo para que algunas empresas vuelvan a invertir en España.

El presidente de la CEOE, Juan Rosell, ha afirmado que la reforma laboral aprobada por el Gobierno "no será ni mucho menos la última" y que era necesaria una modernización en el marco laboral español. Entrevistado en Los desayunos de TVE, Rosell ha recordado que la reforma del Gobierno de Zapatero, al objetivar las condiciones de despido ya "iba en la buena dirección", pero que el cambio del mercado laboral es un proceso que todavía está en marcha y que el canciller alemán, Gerhard Schröder, tardó tres años en completarlo. Con la reforma laboral "las cifras de despido no serán peores a medio plazo". Acerca del nuevo objetivo de déficit público para este año que el Gobierno ha fijado en el 5,8%, Rosell afirma que "será casi imposible de cumplir si no se hacen reformas y ahorros" y defiende que se hagan presupuestos de base cero. Sobre la necesidad de que los parados acepten los puestos que les ofrecen los servicios de empleo, ha indicado que es partidario de la legalidad, que en la actualidad permite que el desempleado rechace dos ofertas y pueda ser sancionado a la tercera ocasión. Aunque ha citado al presidente francés, Nicolás Sarkozy, que considera a los parados "trabajadores del Estado". Preguntado sobre el uso "no exquisito", según sus propias palabras, que algunos empresarios pueden hacer de la reforma laboral "espera que no se aproveche en un sentido que la legislación no quiere decir".

El presidente de la CEOE, Juan Rosell, ha afirmado que la reforma laboral aprobada por el Gobierno "no será ni mucho menos la última" y que era necesaria una modernización en el marco laboral español. Entrevistado en Los desayunos de TVE, Rosell ha recordado que la reforma del Gobierno de Zapatero, al objetivar las condiciones de despido ya "iba en la buena dirección", pero que el cambio del mercado laboral es un proceso que todavía está en marcha. Apunta que el canciller alemán, Gerhard Schröder, tardó tres años en completar la reforma laboral y que "las cifras de despido no serán peores a medio plazo". Matiza que hay "facilidades en la salida, con condiciones mucho más concretas, pero no despiadadas" e insiste en que son equivalentes a las que se registran en el resto de Europa. Rosell considera que cuando los empresarios tengan claro que "es más fácil contratar y, si hay problemas, más sencillo facilitar la salida" ese será un elemento clave en la reactivación de la economía.

Es una de las grandes propuestas que quiere presentar al gobierno la Conferencia Consultiva del Pueblo Chino. Este órgano asesor debate en su plenario anual cómo quiere que sea el futuro del país.