A Fernando le sonó el teléfono de madrugada, al otro lado le anunciaban en nombre de los Zeta el secuestro de su hijo y sus compañeros de grupo, Delorean.
A Fernando le sonó el teléfono de madrugada, al otro lado le anunciaban en nombre de los Zeta el secuestro de su hijo y sus compañeros de grupo, Delorean.
Tres españoles ya han sido víctimas este año de este tipo de secuestro en México, una práctica que ha crecido en los últimos años por la popularización de los teléfonos móviles. Los delincuentes contactan con la víctima y mediante amenazas consiguen aislarla. Después piden el contacto de los familiares a los que extorsionan haciéndoles creer que afrontan un secuestro real.
En México el secuestro es un delito habitual. Tanto que el año pasado se realizaron más de cien mil, pero sólo se denunciaron unos 1300. En algunos de ellos los secuestradores eran policías.
El escritor colombiano, Álvaro Mutis, ha muerto esta madrugada en México. Poeta y novelista, Mutis tenía 90 años y estaba enfermo desde hace tiempo. Fue Premio Príncipe de Asturias de las Letras y Premio Cervantes.
En México, a una semana de que los ciclones Ingrid y Manuel empezaran a hacer estragos, ya son 100 los muertos y continúan las labores de búsqueda de decenas de desaparecidos. En Acapulco la situación mejora por la reapertura de la autopista que une la ciudad con el Distrito Federal.
Casi un centenar de personas han fallecido en los últimos días de los huracanes Ingrid y Manuel, la mayor parte de ellos en el estado sureño de Guerrero.
Las autoridades mexicanas han elevado a 97 la cifra de muertos por el paso en los últimos días de los huracanes Ingrid y Manuel, la mayor parte de ellos en el estado sureño de Guerrero.
Acapulco está nada que ver con su imagen paradisiaca. Muchos solo quieren huir, salir cómo sea, el problema son las carreteras. La necesidad hace que para muchos ni esto sea un problema. Sólo han salido 5.000 turistas de los 40.000 atrapados. Entre los que al parecer, no hay casi españoles. Para los que se quedan la situación es aún peor.
Los ciclones tropicales no están dando tregua a México, con nuevas amenazas y un reguero de tragedia que ha causado hasta este miércoles 80 muertos, muchas comunidades aisladas y decenas de miles de personas que han tenido que ser evacuadas.
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, ha confirmado, además, la desaparición de otras 58 personas, aunque "lamentablemente no se ha podido precisar si se encuentran sepultadas por el lodo".
"No esperábamos esta magnitud de tormentas", ha afirmado este miércoles en una rueda de prensa Luis Walton, alcalde de Acapulco, una ciudad en la que se han sentido especialmente los efectos de las fuertes lluvias registradas desde el pasado fin de semana.
Los ciclones tropicales "Manuel" e "Ingrid" crearon una tenaza mortal a partir del viernes, el primero desde el Pacífico y el segundo desde el Atlántico, en una confluencia de fenómenos meteorológicos graves que no se veía en medio siglo.
En México, el huracán "Ingrid" y la tormenta tropical "Manuel" siguen asolando las costas del país. Cuarenta mil turistas están atrapados en Acapulco debido a las inundaciones. El ministerio de Exteriores sigue de cerca la situación de los españoles.
En México, siguen las fuertes lluvias provocadas por el paso simultáneo de un huracán y una tormenta tropical. Hay, al menos 45 muertos, más de un millón de personas afectadas y ciudades como Acapulco están incomunicadas.
La violencia de género es uno de los problemas sin resolver que tiene México. Es difícil saber las cifras del feminicidio, porque las que facilitan las autoridades mexicanas son cuatro veces menos que las que dan algunas ONGs. La pobreza y las carencias educativas están en el origen de la violencia de género. La situación se agrava, además, porque la ley mexicana no ampara a las víctimas.
En México es fiesta nacional. Esta medianoche el presidente Enrique Peña Nieto dará su primer Grito de la Independencia, el acto central de las fiestas, y lo hará en medio de numerosas protestas por las reformas que ha puesto en marcha y que afectan a casi todos los sectores económicos y sociales. Más de 4.000 agentes de policía vigilarán las calles de la capital.