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Alberto II de Mónaco y Charlene Wittstock celebraron su boda civil, una ceremonia seguida atentamente por todos los monegascos, que celebraron especialmente el momento en el que la pareja salió a saludar desde el Palacio y correspondió a sus aplausos con dos besos. La boda duró apenas quince minutos y fue oficiada por el presidente del Consejo de Estado, Philippe Narmino, que les expresó en francés, lengua oficial del Principado, su alegría por unirles en matrimonio.

El príncipe Alberto II de Mónaco y la sudafricana Charlene Wittstock han sido declarados marido y mujer esta tarde en una ceremonia civil celebrada en el Salón del Trono del Palacio Grimaldi. La ceremonia ha comenzado puntual, a las 17.00 horas y apenas quince minutos después se ha dado por terminada, cuando los novios, primero Alberto II y después Charlene, firmaron en el registro. Tras ser declarados marido y mujer, Alberto ha besado la mano de su esposa y le ha guiñado un ojo.

  • Alberto de Mónaco y Charlene se casarán en una ceremonia civil y otra religiosa
  • El calendario de festejos incluye conciertos al aire libre y fuegos artificiales
  • Los monegascos serán testigos e invitados de excepción al enlace

 

Un Nodo de 1956 recuerda la boda entre el príncipe Rainiero III de Mónaco y Grace Kelly, la más glamurosa de la realeza europea. La falta de representación de las casas reales estuvo compensada con la asistencia de lo más granado del panorama hollywoodiense. Con la llegada de la actriz estadounidense a la casa Grimaldi se inauguró uno de las épocas más doradas del principado.

Estefanía de Mónaco se dio el sí quiero con Daniel Ducruet el 1 de julio de 1995. La princesa logró que Rainiero diera el visto bueno a su relación con su guardaespaldas, con el que había tenido dos hijos: Louis, en 1992 y Pauline en 1994. El divorcio llegó solo un año más tarde.

El 14 de septiembre de 1982 Grace Kelly perdía la vida en una accidente de coche. La princesa y su hija pequeña Estefanía regresaban a Mónaco desde Niza por una carretera estrecha al filo de la Costa Azul cuando el vehículo en el que viajaban se estrelló. La muerte de la princesa Grace selló el mayor período de esplendor del principado.

Tres meses después de la muerte de su padre, como mandan los cánones monegascos en cuanto al luto, Alberto de Mónaco ha sido entronizado en una ceremonio religiosa. El acto ha sido concebido como un encuentro entre el príncipe y su pueblo, con actos sobrios y circunscritos a la participación de los monegascos. Acompañado de sus hermanas Carolina y Estefanía, Alberto II de Mónaco se ha convertido en el jefe de Estado del pequeño principado.