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Gustavo Palomares, presidente del Instituto de Altos Estudios Europeos, profesor de la UNED además de ocupar la cátedra europea ¿Jean Monnet¿ en Políticas y Cooperación de la UE, ha declarado en RNE que "una parte de los colaboradores de Gadafi ven que la suerte está echada y buscan vías que les permitan un exilio o salir de una mala situación". Palomares recuerda que "además de una dictadura, el régimen de Gadafi ha permitido que Libia sea en este momento el país africano que encabeza el índice de desarrollo humano. En alfabetización, salud, nivel de vida de sus ciudadanos está considerado a la cabeza de África".

El Gobierno del Reino Unido ha afirmado que el ministro de Exteriores libio, Musa Kusa, ha renunciado a su cargo y se ha marchado del país magrebí, tal y como había asegurado la cadena de televisión catarí Al Yazira, y más tarde al agencia oficial tunecina, TAP. El 'Foreign Office' ha informado sobre este hecho y ha asegurado que Kusa ha llegado en un avión procedente de Túnez a territorio británico, donde ha manifestado que ya no quiere representar al régimen libio.

Hoy, según fuentes rebeldes, las tropas de Gadafi han reanudado sus ataques sobre la ciudad de Misrata. El ejército del régimen sigue avanzando hacia el Este del país, haciendose con posiciones que los rebeldes habían recuperado en los últimos días.

Una fuerte contraofensiva de las fuerzas del líder libio Muamar el Gadafi ha puesto en fuga a los rebeldes libios, que han perdido gran parte del territorio ganado desde el sábado, cuando retomaron la localidad de Ejdabiya. Los rebeldes avanzaron sin dificultad hasta situarse a menos de 100 kilómetros de Sirte, la ciudad natal del coronel Gadafi, y ha sido entonces cuando la columna rebelde estaba a más de 400 kilómetros de su retaguardia y de su fuente de suministro en Bengasi, cuando ha contraatacado la artillería móvil de Gadafi (30/03/2011).

La coalición internacional se ha reunido este martes en Londres con el objetivo de analizar cuánto se ha avanzado en el cumplimiento de la resolución 1973 de la ONU en Libia. La gran conclusión a la que han llegado es que aún es necesario intensificar las operaciones militares y políticas para conseguir el fin último: la salida de Gadafi.

El régimen libio, cada vez más atrincherado en la capital Trípoli, insiste en las víctimas civiles y los daños que habrían causado los bombardeos aliados. Saca también a sus partidarios a las calles para demostrar que Gadafi sigue contando con el apoyo popular, como ha comprobado otro equipo de Television Española.

Los bombardeos de la coalición internacional sobre objetivos militares del régimen les han permitido avanzar unos 200 kilómetros en sólo 24 horas. Ahora los combates se centran en el entorno de Sirte, la ciudad natal de Gadafi.

En Trípoli, la capital libia bajo control del régimen de Gadafi, el gobierno denuncia que los bombardeos de la coalición internacional están matando a civiles. Y hoy ha enseñado a la prensa internacional, entre ellos un equipo de TVE, lo que aseguran ha sido un ataque de los aliados.

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, ha asegurado que entregó las llaves de oro de la ciudad a Muamar el Gadafi por orden del Gobierno de España y que su ayuntamiento "hace lo que le dice el Gobierno". En declaraciones a Los Desayunos de TVE, Gallardón ha subrayado que "cualquier jefe de Estado que es recibido en España, por el Gobierno de España, que es quien toma las decisiones, tiene derecho por protocolo a recibir las llaves de oro de la capital del Estado, que es Madrid". Gallardón no ha querido contestar a la pregunta de si se arrepentía de haberle dado esa distinción al dictador libio porque no le corresponde a él hacerlo ya que es algo que depende del Ejecutivo central. "No nos corresponde de ninguna de las maneras al Ayuntamiento de Madrid enjuiciar eso. Es el Gobierno de España el que nos dice: 'recibimos a este jefe de Estado (...) y tiene visita oficial al Ayuntamiento, donde recibe las llaves de oro". "Estamos al servicio del Gobierno sea quien sea el presidente", ha destacado, "aunque esto no quiere decir que no tengamos una opinión". "No le estoy reprochando a Zapatero que haya invitado a Gadafi. Lo que digo es que el ayuntamiento hace lo que le dice el Gobierno", ha querido dejar claro.