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Saif al Islam Gadafi, hijo del líder libio, Muamar el Gadafi, ha anunciado que el Ejército se está empezando a contener en el oeste del país para dar una oportunidad a las negociaciones, y que espera que este mismo sábado se alcance un acuerdo de alto el fuego para negociar con los rebeldes. Así lo ha anunciado durante un encuentro con un grupo de periodistas extranjeros en Trípoli, en el que también ha asegurado que los principales problemas para contener a los rebeldes se encuentran en las ciudades de Misrata y Zawiya, al oeste del país.

En un sistema de poder basado en las tribus. Libia es gobernada por Gadafi desde hace 42 años con un poder absoluto. No hay partidos políticos ni voces discrepantes. El dictador pertenece a la tribu de los Gadafa, una sexta parte de la población del país pertenece a otra tribu, que ya en 1993 intentó levantarse contra el mandatario.

El líder libio ha reaparecido en la plaza Verde de la capital y ha animado a sus seguidores a defender el petróleo del país. Mientras, los opositores se acercan cada vez más a Trípoli.

Bengasi, la principal ciudad liberada del régimen de Gadafi, celebra una oración de los viernes muy especial. Más allá del sentido religioso, es una verdadera demostración de fuerza frente al dictador.

Gadafi ha vuelto a dirigirse a la nación a través de un audio difundido por la televisión en el que ha vuelto a dejar claro quiénes son sus enemigos: Bin Laden, las drogas, Al Qaeda y Estados Unidos. Mientras, aumentan las presiones externas para que cese la violencia en el país y parece que las fuerzas gubernamentales empiezan a perder poder en zonas más allá del este del país.

Bin Laden, Al Qaeda, Estados Uniods y las drogas. Estos son los cuplables para Gadafi de las revueltas en Libia. Él lo tiene claro y asegura que no tiene ninguna autoridad en el país, más que "moral".

La oposición avanza de ciudad en ciudad hasta la capital. La última en caer, Zuara, que está a poco más de 100 kilómetros de Trípoli. Miles de personas intentan por todos los medios salir del país.

Los luchadores de la oposición han triunfado ya, o lo están haciendo, en grandes ciudades del este, como Tobruk y Bengasi, y en el oeste, sofocando las esperanzas de Gadafi, en las estratégicas Zuara, Zauiya y Sabratha. Al líder le va quedando, como parapeto, la capital, Trípoli, que mantiene con sus temibles mercenarios africanos. Miles de libios y de extranjeros buscan los medios para salir del país. Los unos intentan alcanzar y cruzar la frontera con Túnez o con Egipto. Los otros, volver a su lugar de origen. Muchos están arremolinados en el aeropuerto de Trípoli, esperando su oportunidad (24/02/2011).

"El baño de sangre y el sufrimiento en Libia constituyen un escándalo y son inaceptables, ha afirmado el presidente de EE.UU., Barack Obama, quien ha indicado que su Gobierno prepara toda una gama de opciones contra el régimen de Gadafi. Obama ha comparecido en la Casa Blanca para efectuar su primera declaración pública, desde que las movilizaciones comenzaron en Libia el pasado 15 de febrero, sobre la situación en ese país, donde los muertos se cuentan por centenares en la revuelta popular contra el dictador libio.