El presidente de la Federación kuwaití de Fútbol en 1982, Fahid Al-Ahmad Al-Sabah, hermano del emir del pequeño país del Golfo Pérsico protagonizó una de las escenas más insólitas de la historia de los Mundiales de Fútbol.
Tras encajar su equipo el 4-1 ante Francia en el tercer partido de la primera fase del Mundial 82, el jeque bajó al césped de Zorrilla y, tras hablar con el colegiado Miroslav Stupar, logró que el tanto no subiera al marcador.