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Alivio en la Unión Europea tras el acuerdo alcanzado con el Reino Unido sobre las relaciones entre ambas partes a partir del 1 de enero. Un pacto que la presidente de la Comisión, Ursula Von der Leyen, ha calificado de exitoso. Es un acuerdo de libre comercio: acceso a los mercados europeos y británicos sin cotas ni límites. Los barcos comunitarios podrán faenar en aguas británicas durante 5 años y medio, aunque con una reducción del 25 por ciento de las capturas. Aunque no habrá libertad de circulación ni programa de estudios Erasmus.También ha comparecido el primer ministro británico, Boris Johnson, que ha asegurado que, con este acuerdo, el Reino Unido recupera el control de su destino. Informan la corresponsal comunitaria, María Carou, y la corresponsal en Londres, Sara Alonso.

En la ciudad palestina de Belén las Navidades también son atípicas este año. Si lo habitual en estas fechas era ver las calles llenas de visitantes extranjeros, ahora están vacías por la pandemia. Se mantienen las celebraciones religiosas, aunque con medidas de seguridad.

Foto: EFE/ Abed Al Hashlamoun

Con dificultades, y poco a poco, los camiones españoles han empezado a cruzar el Canal de la Mancha. El Ejército británico y bomberos franceses han empezado a realizar pruebas de antígenos. Muchos camioneros españoles que no han conseguido cruzar todavía el Canal de La Mancha. El principal problema es que solo unos pocos han podido hacer los tests para el COVID. En mitad del caos, se sienten desamparados y resignados.

En Belén, el origen de Navidad, la estampa este año es muy diferente. Una ciudad sin peregrinos, con apenas visitas y con Israel a las puertas del tercer confinamiento. Sus campanas siguen repicando, pero sin turistas, de los que depende el 85 por ciento de su economía. Las tradiciones, como la misa del gallo, se mantiene, aunque con aforo reducido. Informa la corresponsal, Cristina Sánchez.

En el informativo 14 horas hablamos con Joan Pons, un enfermero en el Reino Unido, que está administrando la vacuna contra la COVID-19. Nos cuenta que han habilitado una zona especial en su hospital para evitar que las personas que van a vacunarse puedan tener contacto con pacientes COVID. Solo se puede ir con cita previa. Para vacunar, buscan a mayores de 80 años y personal sanitario de alto riesgo. De momento solo están administrando la vacuna de Pfizer-BioNTech, que trae algunos problemas logísticos. Joan nos cuenta que la vacuna viene en viales quedeben descongelarse a la vez. Cada lunes se descongelan esos viales y a partir de ese momento, hay 6 días para administrar las dosis. Cada vial tiene 5 dosis y una vez que se abre cada vial, debe ponerse en 6 horas. También es muy frágil, y si le das golpes o los sacudes, pueden precipitar, por lo que no se puede sacar del hospital. "Es un proceso muy lento", nos cuenta Joan. "Ahora con la nueva cepa vamos a contrarreloj. Estamos esperando a la caballería, Oxford y Moderna. Los rumores dicen que se aprobarán la semana que viene y podríamos empezar en enero a vacunar en masa". El personal ha pasado un cursillo y un examen para poder suministrar la vacuna: "No solo vacunamos también aclaramos y educamos. También estamos a punto de si hay alguna reacción alérgica. Enfermería no pone solo la inyección, la inyección es fácil de ponerla pero es diferente a la vacuna de la gripe. Esta es diferente, la de la gripe viene en unidosis, aquí se tienen que preparar y tenemos un farmacéutico con nosotros que nos ayuda". Se vacuna de 6 de la mañana a 6 de la noche, todas las citas son con personas mayores de 80 años. A partir de las 5 de la tarde se busca a personal sanitario en la lista del hospital para que vayan a vacunarse. Sobre las reacciones alérgicas, por precaución todas las personas deben permanecer con los enfermeros 15 minutos. Además se hace un cuestionario exhaustivo antes de administrar la dosis. "En un par de ocasiones han tenido una sensación en los labios o picor,pero se ha solucionado rápidamente. Nadie que haya necesitado asistencia médica", aclara Joan Pons, que dice que ya han vacunado a 3.000 o 4.000 personas. La preocupación principal de la población es si se podrá bajar la guardia tras ponerse la dosis, a lo que Joan les aclara que son dos dosis y tienen que seguir usando todas las medidas preventivas y que, aunque ellos puedan estar un poco más protegidos, cabe la posibilidad de que puedan infectar a otra gente.

Más de 3.000 camioneros españoles, según la Confederación Española de Transportes de Mercancías, se han visto atrapados en el Reino Unido por el cierre de la frontera con Francia, que se volvió a reabrir en la medianoche de este martes, aunque bajo la exigencia de presentar una PCR negativa. Uno de ellos es Manolo Roa, entrevistado en el canal 24h, minutos antes de embarcar en un carguero: "Vamos a embarcar en un carguero, vamos a estar 45 horas en alta mar y llegaremos a las 8:00 horas a Bilbao y esperamos estar por la tarde noche en casa, vamos a ver". Este transportista ha explicado que pasó 66 horas en Newhaven hasta que su empresa le consiguió un billete de embarque y ha denunciado que "nadie ha tenido ninguna conciencia" ni ha ido a "decirles nada" y que "hay compañeros que están tirados en la carretera y les han dado agua y poco más". Al tratarse de un trayecto directo a España, en su caso "no hace falta hacer ninguna prueba PCR ni de antígenos", según ha señalado, pero a los compañeros que se quedaron en Newhaven "ayer les hicieron alguna prueba". Manolo Roa también ha señalado que "el Gobierno parece que no se acuerde" de ellos, que son "los más perjudicados" por esta situación. [Coronavirus: última hora en directo]