Diez años no han conseguido apagar el dolor. Esta madrugada, a la misma hora del naufragio, han recordado a los 368 muertos. Algunos de estos son supervivientes eritreos que han regresado al lugar en el que vieron morir a los suyos, descargar uno tras otro los cadáveres y alinear los féretros en aquel pabellón de imborrable memoria.
La tragedia movilizó una operación de rescate que llamaron Mare Nostrum, de la que hoy no queda nada.
Las ONGs lamentan que no exista ninguna política gubernativa de búsqueda y rescate, y mucho menos de acogida e integración de inmigrantes.
FOTO: Zakaria ABDELKAFI / AFP