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Miles de personas se han manifestado en Israel para exigir a su Gobierno que priorice la liberación de sus familiares, sobre todo después de que el ejército haya reconocido que mató a tres secuestrados por error. Desde el Líbano, el portavoz de Hamás ha insistido en que no habrá más liberaciones de rehenes hasta que Israel cese la agresión y ha señalado que no saben nada de la reunión de Catar e Israel en Noruega para reactivar el alto el fuego e intercambiar rehenes israelíes y presos palestinos.

Foto: Familiares de los secuestrados por Hamás se manifiestan en Tel Aviv (REUTERS/Violeta Santos Moura)

A pesar de las campañas de reclutamiento, a los alemanes no les seduce el Ejército. Las solicitudes bajan cada año y este 2023 han sido un 7% menores. La tasa de abandono, además, es del 30%.

FOTO: REUTERS/LISI NIESNER

Los tres rehenes que el Ejército de Israel mató por error en una "intensa zona de combate" en Shujaiya, a las afueras de ciudad de Gaza, "iban sin camiseta y llevaban una bandera blanca improvisada", ha confirmado un portavoz militar. "Los terroristas se mueven vestidos de civil, en zapatillas y jeans, hay muchas emboscadas. Tratan de engañarnos, nos hablan en hebreo (...) Las fuerzas están bajo intensa presión", ha dicho el portavoz para medios extranjeros del Ejército israelí, Richard Hetch, sobre el incidente. Cientos de personas se han manifestado cerca del Ministerio de Defensa en Tel Aviv tras conocer la noticia. Los familiares de los secuestrados han pedido al Gobierno que negocie la liberación de los más de 100 rehenes que siguen retenidos por Hamás en la Franja de Gaza.

Foto: Familiares de los secuestrados por Hamás (Alberto PIZZOLI/AFP)

En las últimas horas, el Ejército israelí ha atacado el sur de la Franja de Gaza. En esa zona se ha refugiado la mayoría de gazatíes que ha huido desde el norte. Israel ha mostrado imágenes de sus tropas desplegadas en las ciudades de Gaza y Jabalia, donde han realizado redadas en dos escuelas, porque aseguran que los miembros de Hamás se ocultan en centros educativos. Mientras, la situación humanitaria se agrava y empeora por el mal tiempo y las enfermedades infecciosas.

Foto: Norte de Gaza (REUTERS/Fadi Alwhidifa)

Apartado de la costa e incrustado en territorio sudafricano, el reino de Lesoto se alza como un montañoso mundo aparte. Sus habitantes, los basotho, lucen con orgullo una lengua y tradiciones salvadas del rodillo colonizador del siglo XIX. La presencia británica no borró la esencia de esta etnia bantú que sobrevive en una nación abrupta, excepcionalmente hermosa, pero aquejada de graves problemas. La inseguridad alimentaria, la incidencia del sida y la tuberculosis, las dificultades de acceso a la sanidad y la educación en el medio rural, son realidades que tratan de mejorar trabajadores humanitarios como Borja Miguélez. Con su ayuda, con la experiencia acumulada en los seis años que vivió en el país trabajando para la FAO, recorremos algunos de los distritos que conforman este estado del tamaño de Bélgica. Nos detenemos en paisajes, aldeas, incluso en las pinturas rupestres que abundan por las montañas; ecos de un pasado que Borja ha recogido en el libro 'Los ojos de la piedra' (SD Edicions). Nuestro recorrido parte de la capital, Maseru, y discurre en sentido contrario a las agujas del reloj: Morija, Malealea, Semongkong y las reservas naturales. No podemos perdernos el parque nacional Sehlabathebe, declarado Patrimonio de la Humanidad como extensión de los montes Drakensberg sudafricanos. También subimos hasta los pantanos del centro de Lesoto, como la presa de Katse, ubicada junto a la reserva Bokong; la visitamos en compañía de Bettina Ramírez, antigua residente y cooperante de Unicef. Además contamos con Benjamin Davis, economista agrícola de Naciones Unidas, y dos médicos que pasaron varios años en Lesoto: María Eugenia León y Daniel Puga. Con ellos conocemos también Afriski, una desconcertante estación invernal en plena cordillera de las Maloti. Por último, el antiguo director de la Alianza Francesa de Maseru, Rémi Béghin, nos invita a subir a Thaba Bosiu, la montaña fundacional del país, que guarda el recuerdo del carismático rey Moshoeshoe y tiene mucho que ver con el tradicional sombrero mokorotlo.

El 17 de diciembre Chile vota una propuesta constitucional redactada por un Consejo Constituyente con mayoría de derechas. El resultado para este segundo intento está abierto porque hay un gran número de indecisos, aunque las encuestas pronostican que el texto no va a salir adelante. Hablamos con Gabriel Negretto, politólogo chileno y experto en reforma política y cambio constitucional; Carlos Margotta, presidente de la Comisión Chilena de Derechos Humanos; Andrea Bluck, presidenta de la Asociación de Abogadas Feministas (ABOFEM) y con Vicente Ulloa, fue asesor de una constituyente del pueblo mapuche durante el proceso anterior. Un reportaje de Isabel Dólera.

Estados Unidos y el Reino Unido han denunciado que las autoridades de Hong Kong persiguen a activistas que han huido al extranjero. Consideran que la Ley de Seguridad Nacional, impuesta por China tras las protestas prodemocráticas en la región, atenta contra los derechos humanos.

Foto: Imágenes de los activistas Simon Cheng, Frances Hui, Joey Siu, Johnny Fok, and Tony Choi buscados por las autoridades de Hong Kong (REUTERS/Tyrone Siu)

La guerra en Gaza ya tiene repercusión en el comercio mundial. La naviera danesa Maersk y la alemana Hapag Lloyd han suspendido el envío de mercancía por el Canal de Suez tras varios ataques a barcos en la zona con drones y misiles antibuque desde Yemen.

El Mar Rojo es la vía más corta, a través del Canal de Suez, para transportar mercancías entre Asia y Europa. Por aquí pasa el 10% de toda la mercancía mundial. La otra alternativa es una ruta mucho más larga, alrededor de África y el Cabo de Buena Esperanza. Esto hace que un viaje de 19 días pase a durar como mínimo 31. Retrasa todas las operaciones y supone un evidente aumento de costes.