El Museo del Prado rinde tributo a su historia con tres salas dedicadas a revisar más de dos siglos de su vida. La instalación, de carácter permanente, muestra la evolución de su edificio y los personajes, populares y anónimos, que lo han convertido en la institución internacional que es hoy. La pinacoteca madrileña se convierte en “el primer museo de España” y “uno de los pocos del mundo” que tienen una exposición de este tipo, según ha recalcado su director, Miguel Falomir, que ha presentado hoy las salas al público.
La exposición "Historia del Museo del Prado y sus edificios" se ubica en la zona donde antiguamente se mostraba el Tesoro del Delfín, en el sótano del edificio original de Juan de Villanueva. “No es tanto una exposición de la historia oficial, sino una historia más sentida”, ha resumido el responsable del proyecto, Víctor Cageao, director de Inmuebles y Medio Natural de Patrimonio Nacional, que hasta hace poco era coordinador general de Programación del Prado. Junto a multitud de mapas, maquetas y documentación que reflejan cómo ha ido evolucionado la institución y su edificio principal, se encuentran decenas de objetos anónimos y curiosos, como una gorra de ascensorista o la bomba que estuvo a punto de volar el edifico en la Guerra Civil.
Maria Arnal i Marcel Bagés interpretan 'Fiera de Mí', una de las canciones de su nuevo disco 'Clamor', en directo frente al 'Jardín de las delicias' en el Museo del Prado en un programa especial de Radio 3 Extra
Marinus, el pintor flamenco de los banqueros y los cambistas cuyas obras se hicieron populares en los manuales y textos financieros del siglo XX, es el protagonista de una nueva exposición en el Museo del Prado. Apenas se conservan una veintena de cuadros suyos y El Prado tiene cinco que se han restaurados para la ocasión.
El poder visionario permite reinterpretar lo que ya existe con imaginación y valentía. El Bosco añadió provocación a la hora de crear su Jardín de las Delicias. Maria Arnal i Marcel Bagés aportan su particular pasión para crear ‘Clamor’, su nuevo álbum, que han presentado en directo en el Museo del Prado, frente al icónico tríptico.
Por primera vez se podrán juntas en España las seis pinturas mitólogicas de Tiziano. Será en el Museo del Prado, en su gran exposición de este 2021. Junto a Tiziano estarán Rubens o Velázquez mostrando sus obras mitológicas, esas en la que aparecían desnudas ninfas y diosas. Obras llenas de intrahistoria, como dos Danaes que reciben la visita en forma de lluvia de oro de Zeus. La primera terminó en Inglaterra en la colección de Wellington. Pero Tiziano la volvió a pintar, más erótica aún, en otra versión que compró Velázquez. Mitología adaptada a escenas cotidianas, diosas tan humanas como las de Rubens, que las retrató varias veces con el rostro de su mujer. Pasiones mitológicas muy carnales, y que sobre todo contemplaban los poderosos en sus estancias privadas.
El Museo del Prado ofrece, a través de una selección de obras, la visita dialogada 'Itinerarios incómodos. Nuevas masculinidades' que invita a alejarse de las verdades únicas a través, en las propias palabras de la coordinadora de educación de la pinacoteca, Ana Morales, de un itinerario "dialogado e incómodo" que invita a "poner en duda estereotipos" y a reflexionar sobre aspectos clave como la identidad, la vulnerabilidad, la paternidad, la belleza masculina o la violencia. Sobre el mismo tema también reflexiona "Masculinities: Liberation through Photography", la exposición digital de fotografía del Gropius Bau de Berlín. Una propuesta para empezar el día de Íñigo Picabea.
El Museo del Prado va a aprovechar el 2021 para reordenar la exposición permanente de muchas de sus salas, que tendrá un menaje inclusivo, con más piezas artísticas realizadas por mujeres y otras pertenecientes a la pintura de carácter social o la filipina, así como una sala dedicada a La Gioconda del Prado.
Además, en noviembre espera comenzar su ampliación con las obras en el Salón de Reinos, que espera tener acabadas en 2025.
La pandemia ha reducido un 70% las visitas al museo de El Prado, que aprovecha para acelerar la reorganización de su exposición permanente, eliminar anacronismos y reforzar la presencia de mujeres artistas. Seguirá haciendo exposiciones temporales llamativas, y por fin, liberada la partida presupuestaria necesaria, a finales de este año empezará la obra del salón de reinos que se estrenará en 2025. Seguirá fomentando las visitas online, aunque estudian que sean de pago, eso sí, baratas.
Una de las escenas que mejor resumen el último año es la que se ha vivido en los museos. Cuadros como el Gernika o Las Meninas, se han podido contemplar casi en completa soledad. Es un privilegio para los visitantes, aunque lo cierto es que esa falta de afluencia dibuja una situación crítica para el sector. Los principales museos del país han hecho balance de lo vivido y lo que viene.
En general han tenido desplomes de visitas presenciales y un aumento de las visitas digitales. El Prado cerró el año con 850.000 entradas, tras los más de tres millones del año anterior. La tendencia es similiar en el Museo Thyssen o en el Reina Sofía.
El Prado ha presentado este miércoles la restauración de 'La condesa de Chinchón' de Goya. Han pasado 20 años desde que el cuadro llegó al museo y se descubrió que se había pintado sobre un retrato de Godoy. Ha sido el último goya en pasar por las manos de su restauradora, Elisa Mora, que se jubila después de casi 40 años en la pinacoteca.
Llega Invitadas al Museo del Prado, una exposición realizada primordialmente con fondo del propio museo y que supone un recorrido por el papel de la mujer en el sistema español del arte en el siglo XIX y XX. Una forma de reivindicación y de dar visibilidad a estas obras de mujeres con pintoras y pintores. Una exposición temporal muy cuidada en la que han trabajado todas las secciones de la pinacoteca durante más de dos años, una labor complicada, pero que refleja cómo el sistema no concebía a las mujeres como creadoras sino como meras invitadas, y que se puede disfrutar hasta marzo de 2021.
Hablamos con su comisario y también conservador del Área de Pintura del siglo XIX del Museo del Prado, Carlos González Navarro.