Los fenómenos fan pueden encumbrar a los artistas tan rápido como dinamitar su carrera en cuestión de semanas. Aunque, en el caso de Taylor Swift, el respetable parece tener claro que la nueva gran diva de la música ha llegado para quedarse.
Con un salario cercano 170 millones de dólares, la cantante se ha convertido en la estrella mejor pagada en el último año.
Swift encabeza el último ránking de famosos millonarios publicado por Forbes. Un honor muy difícil de alcanzar y que se debe en gran medida -junto con los ingresos publicitarios- a 1989 World Tour, una gira en la que la artista ha promocionado su último disco y al tiempo que ha completado el aforo de decenas de estadios.
De hecho, cada noche de concierto, Taylor Swift puede ganar en torno a 5 millones de dólares. Una cifra nada despreciable que, actuación tras actuación, ha ido aumentando el número de ceros de su cuenta corriente hasta superar el récord que los Rolling Stones batieron en su última gira por los Estados Unidos con una recaudación de 200 millones de dólares.
De seguir a este ritmo, dentro de muy poco Swift habrá ganado 250 millones de dólares. Se distanciará así de One Direction, quienes le pisan los talones en esta lista con 110 millones de dólares y siguen montados en el éxito a pesar de la marcha de Zayn Malik del conjunto.