Sintiéndolo mucho es el ambivalente título con el que Fernando León de Aranoa ha bautizado su documental sobre el cantante y músico. Una propuesta el propio Sabina que -aunque se considera un “pudoroso”- de alguna manera ha dejado en manos amigas su autorretrato más ambicioso.
Trece años ha estado siguiendo el director a su amigo, aunque en el documental se muestran sobre todo un puñado de días: un viaje a Rota para componer; un concierto en Aguascalientes en 2010 (México), cuando su amigo Jose Tomás sufre una grave cogida horas antes con Sabina como testigo en el tendido; otro viaje a Úbeda, tierra natal con relación de amor-odio para el músico; un concierto el Las Ventas, su templo preferido; y también el día de su caída en el Winzik Center.