"Ha habido un tiroteo en Safeway en Oracle, donde estaba Gabrielle Giffords". Es la llamada al teléfono de emergencias minutos después del tiroteo de Tucson en el que murieron dos personas, entre ellas una niña de 9 años, y resultó herida la congresista Gabrielle Giffords. En la puerta del hospital donde permanece ingresada decenas de ciudadanos intentan darle ánimo con esta vigilia. Velas, globos y cartas para recordarla a ella y a las demas víctimas de la masacre.
Los médicos de momento son optimistas, pero con cautela, después de que la congresista Giffords haya empezado ya a comunicarse con gestos. Y parte de este milagro es gracias al que ya han bautizado como su ángel de la guarda: Daniel Hernandez, un joven de 20 años que empezó a trabajar para Giffords hace unos meses como becario, taponó su herida y permaneció a su lado.