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El presidente de Estados Unidos (EE.UU.), Donald Trump, ha firmado este miércoles una orden ejecutiva para detener la separación de los niños inmigrantes de sus padres cuando éstos son detenidos en la frontera sur del país, una política que ha generado críticas en todo el mundo.

Una fuente de la Casa Blanca ha confirmado a Efe que Trump rubricó un documento que permitirá que los niños que cruzan la frontera sur junto a sus padres indocumentados se queden con ellos en centros de detención de inmigrantes durante un plazo de tiempo dilatado.

"No nos gusta ver a las familias separadas. Al mismo tiempo, no nos gusta que la gente entre ilegalmente en nuestro país. Esto resuelve el problema", ha dicho Trump en declaraciones a los periodistas en el Despacho Oval, quien añadió que la firma del decreto conllevará que haya "mucha gente feliz" en el país.

"Creo que cualquier persona con corazón gobernaría de la misma manera", ha dicho el presidiente, añadiendo que su hija Ivanka y su esposa Melania han tomado gran parte de la iniciativa en este tema.

Sin embargo, el Gobierno de Trump planea mantener la política de "tolerancia cero" contra la inmigración que provocó la separación de las familias. "Mantendremos una frontera poderosa y seguirá habiendo tolerancia cero. Hay tolerancia cero para los que entran ilegalmente", ha explicado.

Esa política, inaugurada en abril, obliga a presentar cargos criminales contra cualquier adulto que cruza irregularmente la frontera con México, lo que hasta ahora provocaba que se le separara de los niños con los que viajara, que pasaban a la custodia del Gobierno federal.

La separación de menores de sus padres como política de migración lleva en marcha tres meses en EE.UU, pero hasta hace unos días era una realidad invisible. Solo desde mayo han sido apartados 2.340 niños de sus progenitores cuando intentaban entrar ilegalmente en el país. El rechazo a este política tanto dentro de Estados Unidos como de la comunidad internacional ha obligado a Trump a rectificar.

Al grito de "Vergüenza", un grupo de activistas en favor de los derechos de los migrantes increpan a la secretaria de Seguridad Interior de Estados Unidos, Kirstjen Nielsen, en el restaurante mexicano en el que se encontraba comiendo ayer. El incidente se produjo horas después de que Nielsen defendiera publicamente la polémica medida del gobierno de Trump de separar a hijos y padres inmigrantes en la frontera.

Una vez más en el centro de la polémica por su política migratoriaTrump ha redoblado su defensa de la separación de los niños inmigrantes que llegan desde México a Estados Unidos. "Cuando procesas a los padres por entrar en el país ilegalmente, hay que apartar a los niños", ha señalado en un evento ante empresarios en Washington.

Los vídeos de menores enjaulados y los audios de la angustia de los niños han provocado un aluvión de críticas en Estados Unidos y en la comunidad internacional al plan de "tolerancia cero" contra la inmigración irregular. También la Cámara de Comercio de EE.UU., uno de los lobbies (grupos de presión) más poderosos del país, ha urgido a su Adminstración a detener la separación de familias.

El presidente, que ha reunido a los republicanos -muchos de ellos contrarios a su política-, para abordar la política migratoria, ha pedido "recursos legales" al Congreso para poder expulsar "a las familias enteras" y ha vuelto a acusar a los demócratas de favorecer que la inmigración ilegal "infeste" al país.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo hoy que le "gustaría" viajar a España durante la recepción en la Casa Blanca al rey Felipe VI y la reina Letizia, a la vez que alabó la "excelente" relación comercial y de defensa bilateral. "Sí, iría a España. Iríamos a España", dijo Trump al ser preguntado por si le gustaría viajar a España al comienzo de su encuentro con Felipe VI y su esposa en el Despacho Oval.

"Es un gran honor recibir al Rey y la Reina de España, un país precioso. Estuvimos en España no hace tanto y nos encanta. Una gente muy especial y un lugar precioso", afirmó Trump. "Nuestra relación ha sido extraordinaria durante muchos años y creo que especialmente ahora mismo, (tenemos) una relación comercial excelente, y (también) la relación militar, prácticamente todo lo que se podría tener", añadió el presidente de EE.UU.

Por su parte, Felipe VI ha asegurado ante Donald Trump, que España se siente muy unida al pueblo estadounidense, a la vez que ha subrayado que ambos países comparten "el aprecio por la democracia".

El rey de España ha transmitido este mensaje, íntegramente en inglés, al comienzo del encuentro que mantuvo con Trump en el Despacho Oval ante la presencia de su esposa, Melania, y de la reina Letizia. "Hay muchos intereses en común. Compartimos esfuerzos en muchas áreas, además de un aspecto básico como es el valor por la democracia", ha subrayado Felipe VI, que hoy cumple cuatro años como rey de España.

Felipe VI ha asegurado ante el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que España se siente muy unida al pueblo estadounidense, a la vez que subrayó que ambos países comparten "el aprecio por la democracia".
El rey de España transmitió este mensaje al comienzo del encuentro que mantuvo con Trump ante su esposa, Melania, y la reina Letizia, en el Despacho Oval de la Casa Blanca. Poco antes, Trump dijo que le "gustaría" viajar a España y alabó la "excelente" relación comercial y de defensa bilateral.

Políticos demócratas y republicanos, organizaciones de derechos humanos, importantes empresas y hasta la propia esposa del presidente Donald Trump, Melania, critican la política de la administración estadounidense de separar a los niños inmigrantes de sus padres en la frontera con México.

Las críticas se han endurecido después de difundirse imágenes de los menores encerrados en jaulas con suelo de cemento, y audios en los que supuestamente se les oye llorar y llamar a sus padres.

La administración estadounidense defiende que las separaciones familiares cumplen estrictamente la ley. Bajo la política de Trump de "tolerancia cero" con la inmigración, quienes entran ilegalmente en los EE.UU. son acusados de un delito.

Como consecuencia, los adultos son enviados a una carcel federal, mientras los niños son enviados a centros de detención aparte, en ocasiones en localidades lejanas.