Azerbaiyán acoge estos días la Cumbre del Clima, en la que casi 200 países debaten cómo reducir las emisiones de dióxido de carbono. Los expertos climáticos hace tiempo que defienden que hay que eliminar los combustibles fósiles, pero este año el mensaje se lanza ahora desde un país en el que el petróleo y el gas representan el 90% de sus exportaciones.
En Kalandia, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA) provee de asistencia sanitaria y de escuelas a la población. Esta ayuda, sin embargo, ahora corre peligro tras la aprobación de una ley por parte del Parlamento de Israel que prohíbe la actividad de esta agencia de la Naciones Unidas. En la escuela que UNRWA tiene en el campo de refugiados estudian más de 2.000 alumnos, entre ellos, Soreh, un palestino que ha vivido en Panamá y que asegura a TVE que la nueva legislación es "muy mala", ya que "no podrán estudiar".
La prohibición de Israel -mediante dos leyes que entrarían en vigor en 90 días- de la actividad de la Agencia de la ONU para los refugiados palestinos, la UNWRA, en todos los territorios palestinos ocupados "colapsaría toda la operación humanitaria de Naciones Unidas en Gaza", denuncia Raquel Martí, directora de UNRWA España. Además, supone "retirar a UNRWA sus inmunidades como miembros de Naciones Unidas, por lo que Israel puede detener a sus trabajadores y aplicarles la ley antiterrorista israelí, y esto es un grave riesgo", añade. Recuerda Martí que el papel de UNRWA es insustituible: "No hay alternativas a las agencias de Naciones Unidas. Si el ejercito israelí pretende sustituir a agencias hunmanitarias va a ser un fracaso. Es imposible sustituir a UNRWA, y cualquier mensaje del gobierno isarelí en este sentido es mentira". Y concluye Martí: "El objetivo final de Israel es acabar con cualquier proceso de paz en la región, acabar con la autodeterminación del pueblo palestino, intentar que no haya una solución definitiva para la población palestina".
La Misión Internacional Independiente de la ONU para Venezuela ha afirmado este martes que ve motivos razonables para creer que el Gobierno de Nicolás Maduro cometió "crímenes de lesa humanidad" antes, durante y después de las elecciones presidenciales del 28 de julio, marcadas por la persecución de opositores y la represión de las protestas tras los comicios.
Al menos 16 cascos azules han necesitado asistencia sanitaria por los gases que Israel ha lanzado al interior de un cuartel de la FINUL. La misión de paz de la ONU en el Líbano denuncia que dos tanques israelíes han destruido la puerta principal y han entrado por la fuerza, de madrugada.
Israel tiene otra versión: reconoce que uno de sus tanques allanó una base de la FINUL y lanzó gases, pero lo hizo, dice, para ayudar a evacuar a soldados heridos por fuego enemigo.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha difundido un vídeo en el que apela directamente al Secretario General de la ONU para que retire las tropas de las áreas de combate inmediatamente.
Según el primer ministro israelí, si no se retiran, los cascos azules se convierten en "escudos humanos" de Hizbulá. El ministro de Exteriores israelí ha vuelto a declarar "persona non grata" a António Guterres, ya lo hizo la semana pasada. Ha recordado que tiene prohibido entrar en el país.
La tensión entre Israel y Naciones Unidas sigue subiendo después de tres días muy críticos, cuando otros cinco cascos azules han resultado heridos dentro sus instalaciones, en ataques atribuidos a Israel. Y el portavoz de la misión no cree que fuera por error, porque "es un Ejército bien preparado y sabe lo que hace".
La FINUL lleva en el sur del Líbano 46 años. En este tiempo la misión ha ido evolucionando y ahora aglutina a 10.000 efectivos de 50 países.
En marzo de 1978, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunió de urgencia tras la invasión de Israel del Líbano. Entonces nació la FINUL: la Fuerza Interina de las Naciones Unidas para el Líbano. Una misión de la ONU que entonces buscaba confirmar la retirada de las fuerzas israelíes, restaurar la seguridad y ayudar al Gobierno libanés a retomar el control en el sur, desde el río Litani a la llamada "línea azul" que separa los dos países.
Con la FINUL sobre el terreno, Israel ha invadido el Líbano otras tres veces. En este tiempo, la misión ha evolucionado. Ha incluido, entre otras cosas, la asistencia humanitaria. Ahora la FINUL vive uno de sus momentos más críticos: ha sufrido varios ataques esta semana atribuidos a Israel. ¿Estos ataques son simples errores de cálculo? El portavoz de la misión responde: "¿Cómo puede ser un error? Es un Ejército muy bien preparado y sabe lo que hace".
Con estos ataques más o menos deliberados, Israel trata de forzar a la FINUL para que se retire de sus posiciones a cinco kilómetros más al norte, algo que ha pedido el embajador israelí ante la ONU, pero que las Naciones Unidas no ha querido aceptar. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha afirmado este domingo que la negativa de Naciones Unidas de evacuar a sus soldados pone en peligro sus vidas y las de las tropas israelíes.
El general al frente de la misión es el español Aroldo Lázaro. Nuestro país se unió tras la guerra de 2006. Actualmente es el 7º con mayor presencia sobre el terreno en una misión que aglutina a 10.000 cascos azules de 50 países, en una de las zonas más calientes del planeta.
Las tropas israelíes han abierto fuego este jueves por la mañana contra posiciones ocupadas por fuerzas de paz de la ONU en el sur del Líbano. Los disparos han alcanzado la base principal de la FINUL, la misión que opera a lo largo de la "Línea Azul", en Naqoura y han causado dos heridos de nacionalidad indonesia. Israel ha reconocido haber perpetrado el ataque y ha acusado a Hizbulá de operar cerca de los puestos de misión de Naciones Unidas. Aunque horas después de los disparos Tel Aviv ha recomendado a FINUL desplazarse hasta el norte, la misión de la ONU ha informado por la tarde de que "permanece en sus puestos".
Hablamos con Nathalie Boucly, comisionada adjunta de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), de las consecuencias humanitarias que está teniendo la ofensiva israelí en El Líbano, donde ya 380.000 personas viven ya en refugios. Aunque Boucly nos recuerda que lo peor se sigue viviendo en la Franja de Gaza, que puede caer en situación de hambruna si no llega la ayuda suficiente antes de que acabe el año. "Es una situación absolutamente terrible. Solo hay un 11% del territorio que no está bajo órdenes de evacuación. Es decir, la inmensa mayoría de la población gazatí está desplazada", subraya Boucly. Nathalie Boucly considera que la única solución no llegará por la vía militar, sino por la política, e insiste en la necesidad de alcanzar un alto el fuego inmediato en todos los frentes.