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Israel y las facciones militantes de la Franja de Gaza han llegado a un acuerdo con la mediación de Egipto para un alto el fuego que ponga fin a la violencia desatada los últimos cuatro días en la frontera de Gaza. Desde el pasado viernes, 25 palestinos han sido asesinados en bombardeos sobre las ciudades de la franja, mientras que los palestinos han lanzado decenas de cohetes artesanales contra Israel, sin causar víctimas.

Al menos tres palestinos han muerto durante la madrugada del lunes en ataques aéreos israelíes sobre Gaza, lo que eleva a 21 el número de fallecidos en la nueva ola de violencia iniciada este fin de semana. Uno de los fallecidos es un menor de edad que vestía uniforme escolar y ha muerto al ser alcanzado el grupo de cinco personas con el que se encontraba, todas civiles.

MIGUEL MOLLEDA (Corresponsal de RNE en Jerusalén).- El relator especial de la ONU sobre los Derechos Humanos en los territorios ocupados palestinos, Richard Falk, ha instado a la comunidad internacional a intervenir "urgentemente" ante al Gobierno israelí en nombre de un prisionero palestino en huelga de hambre.

El palestino Jader Adnan, portavoz de la Yihad Islámica en la localidad cisjordana de Yenín, mantiene una huelga de hambre desde hace sesenta días en protesta por su detención administrativa, sin que se le haya imputado ningún delito, recuerda el experto de la ONU en un comunicado.

El convoy en el que ha llegado este jueves a Gaza el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha sido atacado por docenas de palestinos que le han lanzado zapatos y sillas de plástico a su entrada en la franja, según han informado a Efe testigos presenciales.

El vehículo en el que viajaba Ban y los coches que lo escoltaban han sido recibidos a zapatazos (un gesto que conlleva una especial carga de desprecio en el mundo árabe) tras cruzar el puesto fronterizo de Erez, en el norte de la franja, en un incidente en el que nadie ha resultado herido.

El convoy ha seguido su camino hacia la localidad de Jan Yunis, en el sur del territorio, donde Ban tenía previsto inaugurar un proyecto de construcción financiado por Naciones Unidas.

Docenas de familiares de palestinos presos en cárceles israelíes se habían congregado a primera hora de la mañana a las afueras del cruce fronterizo para protestar contra la visita, después de que Ban se negase a reunirse con familiares de reos, de palestinos muertos en ataques del Ejército israelí o al perpetrar ataques terroristas y con los propietarios de casas destruidas por Israel.