Los investigadores admiten que se podía haber hecho más para detectar la célula de Ripoll
Dos años después de los atentados de Cataluña, los investigadores admiten que se podía haber hecho más para detectar la célula de Ripoll, tras la explosión de la casa de Alcanar.
"Todo gira en torno a la casa de Alcanar y la célula de Ripoll. Ahí es donde podíamos haber detectado la gestación de la célula. Y cuando tuvieron aquel fallo de seguridad y explotó la casa de Alcanar, algo más podríamos haber hecho. Llama la atención la facilidad con la que compraron acetona y otros precursores", asegura el inspector jefe de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional.
A diferencia del perfil de otros grupos europeos, los terroristas de Barcelona y Cambrils no tenían contacto directo con el Daesh. "Se cohesionan en base a un desencanto de encaje con la sociedad y a un sentimiento de trato injusto por parte de las administraciones. No hay práctica musulmana hasta la entrada del discurso extremista", asegura el jefe de radicalización de los Mossos d'Esquadra.
A raíz de los atentados, se han modificado los protocolos de detección, con más formación para docentes, policías locales y mediadores. Y también se vigilan de cerca a los condenados por terrorismo que, tras su paso por prisión, no abandonan el proceso de radicalización.