Vivir es fácil con los ojos cerrados, con seis premios de siete posibles, incluido el de mejor película, ha sido la gran triunfadora de unos Premios Goya en los que el director de la cinta, David Trueba, se ha llevado a casa dos estatuillas -mejor dirección y mejor guion original. La película de Trueba, participada por TVE, se ha llevado también el Goya a mejor actor, para Javier Cámara, mejor actriz revelación, Natalia de Molina, y mejor música original.
Las brujas de Zugarramurdi ha sumado el mayor número de estatuillas, ocho, aunque todas de carácter técnico -menos la de actriz de reparto para Terele Pávez-. La herida, el debut cinematográfico de Fernando Franco, se ha llevado dos de los seis Goya a los que estaba nominada, el de mejor director novel y el de mejor actriz para Marian Álvarez.