Siguen los líos en la federación. Ayer vimos a Villar por primera vez en muchas semanas en la asamblea de la federación apoyado sobre una muleta, pero también sobre el presidente del Comité Olímpico Español. Dentro, la escenificación de un órdago. Votación y aprobación de un reglamento que ya ha sido rechazado por el Consejo Superior de Deportes. Lo volverán a enviar, y con toda probabilidad, la respuesta será idéntica.
Según Luis Rubiales, presidente de la asociación de futbolistas y afín a Villar: "tendrá que ser el tribunal contencioso-administrativo quien decida si es blanco o negro".
Y quedará así, en manos de la justicia, si ninguna de las partes rectifica. Van cuatro reglamentos rechazados por el Consejo y mientras, Villar traslada las injerencias del Gobierno a FIFA y UEFA.
Lo único claro es que el tiempo se acaba y las opciones de que las elecciones a la presidencia del futbol español se celebren, como marca la ley, dentro del año olimpico se agotan.
En paralelo, la destitución en directo del principal rival de Villar por la presidencia, Jorge Pérez, quien fuera su mano derecha y hasta ayer secretario general de la institución. La nueva secretaria genetal es Esther Gascón, sube desde la dirección general.