Es lo que llaman la segunda pantalla del debate. Ya nadie concibe un duelo de estas características sin ella. Y para minimizar los posibles errores de los candidatos o multiplicar por mil sus aciertos, los partidos tienen equipos digitales. Entre 12 y 20 personas a los que se suman miles de voluntarios.
Las redes sociales son el primer termómetro para saber quién va ganando o perdiendo. Los debates pueden servir para inclinar la balanza, y también las redes. Los equipos digitales lo analizan todo. El último debate electoral generó más de dos millones de mensajes en Twitter, todo un récord de audiencia.