Cómo dos buenos amigos y vecinos, España y Argelia han pasado de relaciones excelentes a la tirantez, en menos de tres meses. Todo iba sobre ruedas: Pedro Sánchez viajó a Argel en cuanto pudo, después del confinamiento. También lo hicieron sus ministros para garantizar el gas cuando Argelia decidió cerrar el gaseoducto que pasaba por Marruecos para enviarlo a España. Se decidió utilizar otro directo a las costas de Almeria. Pero todo se torció con el giro del gobierno español a su política sobre el Sáhara y calificó el plan de autonomía que propone Marruecos como el más serio.
FOTO: La vicepresidenta tercera y ministra española de Transición ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, conversa con el ministro de argelino de Energía y Minas, Mohamed Arkab, durante el encuentro en octubre de 2021. EFE.