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Recuperar la credibilidad de la Iglesia y reformar la curia parecen los retos inmediatos del nuevo papa. En este pontificado se han hecho avances en algunos temas pero se pide mayor apertura en temas como el papel de la mujer o el celibato.

Gracias a todos, eran las últimas palabras del ya papa emérito Benedicto XVI desde sus aposentos. El primer pontífice que se retira en 600 años, y el primero en mantener el título de forma honorífica. Unos meses en Castelgandolfo y de nuevo al Vaticano. Cuando terminen la reforma de este antiguo monasterio de clausura, que hasta hace poco habitaban estas monjas salesas de Burgos. Oculto para el mundo. Y escribiendo, como siempre ha hecho, asegura el teólogo Olegario González de Cardedal, que desde hace casi medio siglo llama a Joseph Ratzinger querido amigo. Le acompañan en su retiro su fiel secretario personal, Georg Ganswein, y las cuatro religiosas que le atendían. La guardia suiza ya no le protege. Lo hace la gendarmería vaticana. Su anillo del pescador ha sido inutilizado, según el dogma, ya no es infalible.

Con unas palabras breves, emotivas y tímidas, fiel reflejo de su cáracter, Benedicto XVI se ha despedido de los fieles y de ocho años de pontifcado. "Soy simplemente un peregrino que inicia la última etapa de su peregrinaje (...) Gracias de corazón", ha dicho antes de desaparecer del balcón de la villa pontificia de Castelgandolfo en una imagen para la historia. "Ya sabéis que este es un saludo distinto a los anteriores", advertía el papa entre aplausos. "Con mi corazón, amor, oración, reflexión y todas mis fuerzas interiores seguiré trabajando para el bien común de la Iglesia y de la comunidad", señalaba antes de dar su última bendición como papa. "Gracias de nuevo. Y buenas noches".

En Portada ha viajado a Israel para retratar a la comunidad ultraortodoxa, los jaredim ('temerosos de dios') que constituyen ya el 10% de la población israelí. Un equipo del programa ha recorrido el barrio de Mea Shearim, una vecindad situada en pleno corazón de Jerusalén que permanece anclada en el siglo XIX. Sus habitantes rechazan todo tipo de modernidad. Sus estrictas normas chocan con la forma de vida laica del otro sector de la población que teme que, poco a poco, vayan imponiéndose en las ciudades sus códigos de conducta.

Cuando Benedicto XVI regrese al convento que será su residencia definitiva en el Vaticano ya habrán elegido a su sucesor. Todavía no hay fecha para el cónclave pero a partir de las ocho de esta tarde comienzo lo que se conoce como Sede Vacante.

Los cardenales han recibido a Benedicto XVI que ya están Roma. En su último acto público se ha despedido uno por uno del centenar de prelados. Entre ellos, los cinco cardenales españoles que participarán en el cónclave para elegir al próximo papa.

MIGUEL MOLLEDA (Corresponsal de RNE en Jerusalén).- Sistemática, deliberada y provocativa. Así califican los cónsules generales de la UE en Jerusalén la colonización israelí de Palestina, que supone, dicen, la amenaza más seria para la creación de un estado palestino junto al de Israel. En el informe de los diplomáticos se aconseja a la UE que excluya a los productos que salgan de las colonias de los beneficios de que gozan el resto de las mercancías israelíes. El documento, firmado por todos los cónsules entre ellos el español, es un informe anual y confidencial que remiten a Bruselas. También recomienda prohibir la entrada de los conocidos colonos violentos a la UE y no apoyar la colaboración con las empresas implicadas.

El director de la revista Ecclesia, Jesús de las Heras, cree que el nuevo papa debe tener entre 59 y 71 años, tal como ha afirmado en el programa de Radio Nacional El día menos pensado. "No se debe elegir a un hombre, como fue el caso de Benedicto XVI, con 78 años. Téngase en cuenta que en 2005 se elige al papa de edad más avanzada en los dos ultimos siglos. Téngase en cuenta cómo ha cambiado la expectativa de vida y las condiciones de conjunto en las que una persona puede llegar a una edad", explica. Por otro lado, marca las dos líneas que, en su opinión, pueden influir en la elección del nuevo papa: la lucha contra la pederastia y el critero evangelizador (28/02/13).

El hasta ahora papa Benedicto XVI hará efectiva la renuncia al papado en la tarde de este jueves, como anunció el pasado 11 de febrero.

A partir de las 17 horas se trasladará a su residencia provisional, el palacio de Castel Gandolfo, para retirarse de forma definiva y dedicarse a la oración y la meditación bajo el título de "papa emérito". Además, cambiará parcialmente su indumentaria y dejará el anillo del pescador.

Los cardenales serán convocados por carta el viernes 1 de marzo para reunirse en el cónclave que dará lugar a la elección del nuevo papa.

Benedicto XVI, ha asegurado en su última audiencia en el Vaticano, que "jamás" se ha sentido solo para guiar a la Iglesia pese a que durante su pontificado ha habido "momentos difíciles" y ha advertido que su renuncia no significa que vuelve a la privada, ya que cuando aceptó ser papa, "esa aceptación significa vivir para siempre para el Señor".

"El Señor nos ha dado muchos días de sol y ligera brisa, días en los que la pesca fue abundante, pero también momentos en los que las aguas estuvieron muy agitadas y el viento contrario, como en toda la historia de la Iglesia y el Señor parecía dormir", ha afirmado el papa ante decenas de miles de fieles que desde la madrugada han abarrotado la plaza de San Pedro.

En su último acto público en el Vaticano antes de que mañana a las ocho de la tarde de Roma deje de ser pontífice, Benedicto XVI ha recordado el "enorme peso" que sintió cuando fue elegido para ocupar el trono de Pedro el 19 de abril de 2005 y también lo difícil que fue renunciar a él.

"Amar a la Iglesia significa también tener la valentía de tomar decisiones difíciles, teniendo siempre presente el bien de la Iglesia y no el de uno", ha señalado y ha vuelto ha subrayar que ha renunciado al papado "en plena libertad", al notar que sus fuerzas han disminuido y no por su bien particular, "sino por el bien de la Iglesia".

"He dado este paso sabiendo su profunda gravedad y novedad, pero con un ánimo sereno", ha asegurado.

En medio de una gran ovación, el papa Benedicto XVI ha atravesado este miércoles la plaza de San Pedro del Vaticano en el papamóvil, para celebrar la última audiencia pública de su pontificado, a la que asisten decenas de miles de fieles de todo el mundo.

Benedicto XVI ha recorrido la plaza de San Pedro en el papamóvil, para estar más cerca de los presentes, que no han cesdo de corear "Benedicto", "Benedicto" y "viva el Papa", mientras ondean banderas de numerosos países.