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Rita Barberá defiende su inocencia y no se plantea dimitir como senadora del PP. La exalcaldesa de Valencia ha negado haber blanqueado dinero o haber contribuido a ello en el Partido Popular de Valencia. Lo ha dicho en su primera comparecencia, 23 días después de las primeras detenciones de la Operación Taula.

Barberá también ha negado la existencia de una caja B en el partido y ha defendido su honradez desde el punto de vista económico y moral. Sí ha reconocido haber hecho donaciones al PP que nunca le han devuelto, asegura. A quienes desde el PP le han pedido que se aparte, les pide tranquilidad y sosiego, y ha agredecido el apoyo recibido de Mariano Rajoy.

El cerco judicial se estrecha cada vez más para Rita Barberá. A la detención del que fuera su mano derecha este lunes y la investigación a medio centenar de sus ediles y asesores por la presunta financiación irregular del partido en Valencia se suma ahora un paso más, el primero expresamente contra ella. El juez que instruye el caso Imelsa ha preguntado a la Cámara Alta por la condición de senadora de Barberá, un paso previo para pedir el suplicatorio e investigarla (23/02/16).

Quien fuera número 2 de Rita Barberá en el Ayuntamiento de Valencia, Alfonso Grau, presidía la Fundación que, junto con la Ciudad de las Artes y las Ciencias, patrocinó con 3.600.000 euros las tres ediciones del foro Valencia Summit, unas convenciones adjudicadas a la fundación considerada continuadora del Instituto Nóos sin concurso. Sin embargo, estos foros costaron mucho menos, según la Fiscalía, una cuarta parte de lo que facturó. Fue Rita Barberà, ha declarado Grau, quién envió a Iñaki Urdangarín a la Fundación después de reunirse con él.

El abogado José María Corbín, esposo de Asunción Barberá, hermana de la excaldesa de Valencia y senadora Rita Barberá, ha asegurado este miércoles que su mujer "no sabía nada" del presunto blanqueo de capitales en el grupo municipal del PP en el Ayuntamiento, que se está investigando en el caso Imelsa, y ha agregado: "Permitidme la licencia. Si yo me entero de que mi mujer ha dado 1.000 euros, la corro a bofetadas. Ni ha dado ni se los ha pedido nadie. Es funcionaria de carrera y esto ya me duele un poco más".