Rusia ha confirmado que uno de los pilotos del avión derribado el martes por cazas turcos ha sido rescatado y se encuentra a salvo en la base aérea siria de Jmeimim.
El segundo piloto del bombardero SU-24 derribado murió, según confirmó Moscú. También murió un miembro de la tripulación de un helicóptero que participaba en las labores de búsqueda de los pilotos.
Rusia ha incrementado su potencia de fuego en Siria para proteger a sus aparatos. El Ministerio de Defensa ruso ha anunciado este miécoles el despliegue de misiles antiaéreos S-400 en la base aérea de Jmeimim, a 30 kilómetros de la frontera con Turquía, de donde despegan sus aviones.