El envejecimiento, la falta de servicios públicos, la ausencia de infraestructuras o las dificultades para conectarse a Internet son sólo algunos de los problemas a los que se enfrentan cada día los que residen en los pueblos, sólo por el hecho de vivir allí, y que les llevan precisamente escapar a la ciudad.
Quizá por eso más del 40% de los municipios de toda España están al borde de la extinción demográfica. Son pueblos y pequeñas ciudades de la España interior de provincias como Soria, Teruel o Zamora, calificadas de desierto demográfico por tener menos de 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado. Pueblos en los que se han retirado servicios básicos como sucursales bancarias, farmacias o incluso centros de salud.
Con el confinamiento se propició un éxodo de las grandes ciudades a lo rural, pero Vanesa García de 'Soria Ya' dice que fue una ilusión. "Reivindicamos cobertura móvil, hay zonas que no la tienen". La España vaciada afecta a 28 provincias de 12 comunidades autónomas, y no solo a pueblos, también a capitales de provincia como Soria. Sus habitantes tienen que desplazarse varios kilómetros para ser atendidos por determinadas especialidades médicas.