En Traspinedo, Valladolid, la Guardia Civil ha vuelto a la cuneta donde el sábado un vecino encontró el cuerpo de Esther López. Cómo murió es la principal incógnita que se intenta despejar. Todas las hipótesis siguen abiertas: a la espera de la autopsia, no se descarta que fuera un accidente.
Con la zona acordonada de nuevo, toman fotografías y hacen mediciones que ayuden a responder a la segunda incógnita, ¿murió justamente aquí o trasladaron el cuerpo? Es una zona visible y de paso y muchos en el pueblo creen poco probable no haber visto el cadáver en tres semanas.
La tercera pregunta es cuándo murió, si la misma noche que desapareció o tiempo después. De momento se sigue investigando el entorno de la víctima y no hay detenciones desde que se dejó en libertad la semana pasada al primer y único detenido hasta ahora.
Foto: Los agentes mantienen un cordón policial en la zona (EFE/ R. García)