A sus doce años, Jaled nunca pensó que tendría unas vacaciones así. Aquel 15 de abril que estallaron los combates en Jartum, él había acompañado a su padre a su trabajo. No salieron del edificio durante tres días. Atrapados sin comida, ni agua, ni electricidad... Desde fuera llegaba el sonido de las balas y los bombardeos...
La situación no mejoraba y al tercer día, decidieron arriesgarse. En un vehículo Jaled y su familia huyeron de Jartum, como miles de personas... Decenas de países comenzaron una carrera contrarreloj para evacuar a sus ciudadanos, mientras las fronteras terrestres con los países vecinos se colapsan con los miles de sudanes que tratan de huir. Sólo Chad ya ha recibido a 20.000 refugiados.
En Sudán, ya son 512 los muertos por los combates entre Ejército y los paramilitares de las FAR. Los bandos se acusan mutuamente de violar el alto el fuego que, en teoría, sigue vigente hasta mañana por la noche. La OMS advierte de que se avecina un desastre humanitario. No sólo por los combates; también por la falta de agua y de comida.
El alto el fuego se está respetando en líneas generales, aunque se han escuchado algunos disparos a las afueras de Jartúm. Desde Naciones Unidas advierten de que ninguna de las partes parece estar dispuesta a una negociación. Mientras, decenas de países continúan aprovechando esa tregua para evacuar a contrarreloj a sus ciudadanos.
Tensa calma en el segundo día del alto el fuego pactado entre el ejército de Sudan y las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR). Aunque miles sudaneses y extranjeros han escapado de Jartum, muchos no han podido huir de la capital por razones económicas o sanitarias. Ahora los que se han quedado, sufren la falta de agua, alimentos y otros servicios básicos. Médicos Sin Fronteras, advierte que el país, ya muy necesitado de ayuda humanitaria antes de que estallase el conflicto, está al borde del colapso sanitario.
Mientras, se han escuchado explosiones y tiroteos esporádicos en el norte y el oeste de Jartum. Los generales de ambas partes, Abdel Fattah al Burhan (ejército de Sudán) y Mohamed Hamdan Dagalo ‘Hemedti’ (FAR), se acusan mutuamente de violar la tregua y de estar reforzando sus posiciones. El enviado especial de la ONU, Volker Perthes, afirma que ha escuchado "informes de combates y movimientos de tropas", lo que hace indicar que "todavía no hay ninguna señal inequívoca de que ninguno de los dos esté dispuesto a negociar en serio, lo que sugiere que ambos piensan que asegurarse una victoria militar sobre el otro es posible”
El Secretario General de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, pidió el fin inmediato de los combates en Sudán y advierte que el conflicto puede paralizar el desarrollo de toda la región durante décadas.
Tras la mediación de EE.UU., el ejército de Sudán y las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), han pactado el sexto alto el fuego con el objetivo de que imprescindible ayuda humanitaria llegue cuanto antes a los sudaneses que no han podido abandonar el país y viven las consecuencias del conflicto.
Desde el Comité Central de Médicos Sudaneses, hacen un llamamiento urgente a la OMS, la Cruz Roja y la Media Luna Roja para que le den apoyo médico de manera inmediata, ya que, en Jartum, donde se concentran los combates, tan solo hay un hospital operativo de los 17 que cuenta la capital. Además, cada vez son más frecuentes los cortes de luz y agua en la ciudad.
En medio de la tregua, el jefe de los mercenarios rusos del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, ha ofrecido a sus hombres para acabar con la guerra y mantener la paz.
En Sudán, despues de 10 días de enfrentamientos, el ejército y los paramilitares han pactado una tregua de 72 horas. La situación sigue siendo muy tensa y en la capital se escuchan disparos esporádicos. Pero parece que el alto el fuego se está respetando y varios países han acelerado las evacuaciones de sus nacionales.
A la base miitar de Torrejón de Ardoz (Madrid) ha llegado un Airbus 330 con 72 personas evacuadas de Sudán. Una de ellas era el padre José Javier Parladé, misionero comboniano que llevaba 52 años en el país africano. Aunque confiesa que al principio no tenía intención de regresar, finalmente accedió. Uno de los hechos determinantes fue la caída de una bomba en la sacristía. "Estos últimos días los hemos vivido con bastante miedo, porque estábamos en medio del ataque", cuenta. Con todo, asegura que su intención es volver cuando los enfrentamientos terminen. "Es una de las cosas más dolorosas que pueden suceder", lamenta.
TVE ha podido hablar con uno de los 34 españoles que han sido evacuados este domingo de Sudán, el padre Jose Javier, un misionero comboniano que ha estado trabajando en el país las últimas décadas. "Empezó un ruido tremendo de bombazos y fusilamiento y cosas y comprendimos que algo anormal estaba sucediendo". Así es como recuerda el primer día del conflicto el padre Jose Javier.
El avión militar Airbus 330 con 104 ciudadanos evacuados de Sudán, entre ellos 34 españoles y el resto de otras nacionalidades, ha aterrizado en torno a las 11 de la mañana en el aeropuerto militar de Torrejón de Ardoz (Madrid). Junto a ellos, más de 1000 europeos han sido rescatados del país. La evacuación ha sido posible al aprovechar la quinta tregua anunciada entre ambos bandos de un conflicto que ha provocado más de 400 muertos, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los combates iniciados el 15 de abril entre el Ejército de Sudán y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) surgieron tras semanas de tensión en torno a la reforma de las fuerzas de seguridad en las negociaciones para formar un nuevo gobierno de transición.
Ha sido una operación compleja de evacuación, en la que han participado 200 efectivos. La imposibilidad de acceder al aeropuerto de Jartum, cerrado por los combates, obligó a despegar de una base militar a 16 kilómetros de la capital. El avión, además, hizo escala en Yibuti, país vecino de Sudán.
Las mañanas de RNE ha preguntado al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, acerca de la evacuación de ciudadanos españoles de Sudán, en medio del conflicto entre el Ejército y las Fuerzas de Apoyo Rápido: "Todos los españoles, incluido el dispositivo militar que se desplazó, están ya fuera de Sudán". Además de una treintena de españoles, hasta Madrid regresan ciudadanos de otras 10 nacionalidades; su reagrupamiento, ha indicado Albares, ha sido un problema en esta situación "extremadamente delicada" en medio de un contexto bélico "muy intenso".
Además, el ministro ha recordado que los teléfonos de emergencia consular siguen operativos para quienes lo deseen y ha agradecido la "excelente labor que han hecho los diplomáticos y todos los trabajadores de la embajada en este contexto bélico". Y ha concluido con un deseo de paz en el país africano: "Hago un llamamiento a un alto el fuego definitivo y a que se retome el diálogo entre sudaneses".