José María Yusta, profesor de la universidad de Zaragoza y experto en mercado energético, reconoce se nos avecinan meses complicados porque aún no ha comenzado el invierno, los almacenamientos subterráneos europeos no han llegado a recargarse y hay mucha competencia. “Dada la rigidez en la ofertad tenemos por delante unos meses complicados para el suministro de gas y por tanto para los precios del mercado eléctrico”. El problema del gas se basa en un gran desajuste entre la oferta y la demanda. Ahora, explica Yuste, Asia ha incrementado su demanda y también países como Brasil que sufren una crisis energética por la sequía. Eso, sumado a las fuentes de energía que tiene España, hace prever unos meses difíciles. Sobre los problemas que pueda tener España como consecuencia del problema diplomático entre Argelia y Marruecos, resta importancia porque el suministro a España se basa en la conexión por Almería y no por Algeciras.
Las compañías eléctricas se han lanzado a realizar ofertas a los consumidores que tiene la tarifa regulada, ante los elevados precios de la luz en el mercado mayorista. Unas aseguran un precio de la energía muy inferior al actual para los próximos dos años sin permanencia, mientras que otras ofrecen tarifas personalizadas, adaptada al consumo individual de cada cliente y a cinco años. Los expertos recomiendan comparar y leer bien los contratos antes de hacer un cambio. Foto: EFE ARCHIVO/ELOY ALONSO
El Gobierno explica las medidas para detener la escalada del precio de la electricidad y aprueba en el Congreso prorrogar el "escudo social", para proteger a inquilinos y consumidores vulnerables hasta el 31 de octubre.
El precio de la energía al alza por la carestía de gas natural, ha provocado un aumento en las facturas los países europeos. En el caso del Reino Unido, esa crisis se multiplica y afecta ya al bolsillo del ciudadano y a la industria cárnica. Plantas de fertilizantes del norte del país, fundamentales para mantener viva la industria, han tenido que cerrar ante los altos precios del gas natural. En la Unión Europea hay un marco regulador al que cada país se tiene que someter, en los márgenes de esa normativa cada país tiene distintas formas de trasladar algunos gastos a la factura. El Gobierno español ha pedido a la Unión que haga ese marco más flexible para poder hacer frente a una crisis del precio de la energía que afecta a todos. La escasez de Gas Natural ha dejado su sello en toda Europa. Es menor en Francia, donde la energía nuclear está fuera del precio regulado, no entra en el sistema de subastas, y esto le permite mitigar el impacto. Además, los vaivenes repercuten menos en la factura porque hay un precio fijo que se mantiene estable, que solo se revisa cada 6 meses. Alemania, con sus problemas de origen en el mercado eléctrico, revisa las subidas de precios de forma anual. El Gaseoducto Nordstreem 2 ya está terminado, su puesta en funcionamiento puede aliviar la situación, pero hará a Europa dependiente de Rusia. El alza de los precios de la electricidad se ha instalado ya en el debate político italiano, tanto que el Gobierno podría anunciar esta misma semana medidas urgentes para contener los precios.
Con los corresponsales de Radio Nacional Sara Alonso, en Londres; María Carou, Bruselas; Antonio Delgado, París;Gabriel Herrero, Berlín; y Jordi Barcia, Roma.
El presidente Pedro Sánchez ha pedido una respuesta conjunta por parte de la Unión Europea al problema que supone el elevado aumento del precio de la electricidad, ya que cree que de esta forma se puede ser más eficiente que con actuaciones de cada país por separado.
La última factura de electricidad que les llegó a Javier y a Óscar fue en el pasado mes junio. Ambos han intentado ponerse en contacto con su compañía eléctrica para solucionar el problema, pero la respuesta que han obtenido es insatisfactoria. Les piden tiempo para desenmarañar el bloqueo general del sistema de facturación. Javier y Óscar temen enfrentarse a una factura desproporcionada cuando. por fin, llegue. Desde la OCU exigen flexibilidad a las eléctricas para devolver estas facturas.