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Hoy se cumplen 10 años de la tragedia aérea del vuelo de Germanwings 9525, en el que fallecieron 150 personas, 144 pasajeros y 6 tripulantes, entre los que se encontraba Andreas Lubitz, el copiloto de la aeronave. Este se encerró en la cabina, tomó el control del vuelo y lo estrelló en los Alpes franceses. La investigación determinó que padecía problemas psicológicos y que se los había ocultado a la aerolínea, por lo que se trata de una catástrofe que cambió los protocolos de seguridad aérea. "La normativa alemana era poco específica en ese momento en cuanto a la jerarquía entre confidencialidad médico-paciente y seguridad pública", explica Ángel González, piloto y subdirector del Departamento Técnico del Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla) en Las Mañanas de RNE con Josep Cuní.

El piloto explica que a raíz del accidente se establecen recomendaciones que pasan al reglamento europeo en algunos casos: "La primera recomendación que surgió del informe preliminar es que haya siempre dos personas en cabina, lo que entra en conflicto con estudios de viabilidad, ya que hay algunos fabricantes que están estudiando la posibilidad de reducir de tres a dos pilotos y de dos a un piloto en cabina", cuenta. González incide en que desde Sepla priman la seguridad y se oponen a estas medidas. "La segunda recomendación que se estableció es el desarrollo de programas de apoyo a las tripulaciones que es de obligado cumplimiento desde el año 2017", prosigue el piloto, que añade una tercera recomendación a la lista, que es la evaluación psicológica de las tripulaciones de vuelo.

Cuatro jóvenes han muerto tras despeñarse su coche por una ladera en el puerto de Lunada, Cantabria. El coche en el que viajaban se salió de la vía y cayó por una ladera a 300 metros de altura. Los cuatro jóvenes, del madrileño barrio de Vallecas, dos chicos y dos chicas de entre 20 y 21 años, iban a celebrar el cumpleaños de uno de ellos a una casa rural con más amigos, que viajaban en el vehículo que iba atrás. La Guardia Civil sigue investigando las posibles causas del accidente.

Seis personas han muerto este domingo en dos accidente de tráfico en Cantabria y Murcia. Cuatro de ellos, dos chicas y dos chicos de 20 y 21 años han perdido la vida después de que el coche en el viajaban se saliera de la vía y se despeñara por una ladera de 300 metros de altura en el puerto cántabro de Lunada. Los otros dos han fallecido en un choque entre dos vehículos en una carretera del municipio murciano de Caravaca de la Cruz. Hay dos heridos, uno de ellos de gravedad. Foto: REMITIDA / HANDOUT por 112 CANTABRIA

Una fuerte explosión de gas ha derrumbado un edificio en Mieres, en Asturias, y ha dejado 18 heridos, tres de ellos graves. Los bomberos descartan que haya víctimas entre los escombros, aunque siguen trabajando en la zona para descartar el riesgo de nuevas explosiones.

La delegada del Gobierno en el Principado, Adriana Lastra, ha explicado que este lunes en esa zona se estaban realizando "varias obras al mismo tiempo" y parece ser que en alguna de ellas "se tocó el gas" y eso provocó el olor a gas detectado esta mañana por los vecinos. Por su parte, la consejera de Salud del Principado, Concepción Saavedra, ha informado de que una de las tres personas heridas graves será trasladada al Hospital de la Paz, en Madrid, por las quemaduras que ha sufrido.

Dos autobuses han chocado en la Diagonal de Barcelona, en un accidente que ha dejado 30 heridos, algunos de ellos en estado crítico. El impacto entre los dos vehículo ha provocado la caída de un árbol sobre la calzada. Los equipos de seguridad trabajan para despejar la zona.

El 19 de febrero de 1985, un avión de Iberia —el Boing 727 Madrid- Bilbao— chocó contra una antena de televisión y se estrelló en el monte Oiz, minutos antes de aterrizar en el aeropuerto vizcaíno. Ocurrió hace 40 años. Se trata de una de las tragedias aéreas más graves de nuestro país, en la que murieron 148 personas.

Más de 700 personas participaron en aquel operativo. "De repente aparecimos allí y nos encontramos con la escena", recuerda el voluntario de la Cruz Roja, Manu Rueda. "Era como si tuviéramos delante una pantalla", agrega. Por su parte, Jordi Gómez, reportero en TVE, compara aquello que vio como "un conflicto bélico". "La dimensión de aquello no tenía nada que ver con nada", indica.

Hasta 51 muertos y 20 heridos en un accidente tras precipitarse durante la madrugada un autobús desde puente Bélice, al norte de Ciudad de Guatemala. El vehículo, que tenía más de 30 años de antigüedad, cayó 20 metros al vacío tras perder el control de los frenos, chocando contra otros dos vehículos durante la caída. Las autoridades han indicado que entre los fallecidos podría haber menores de edad, aunque aún no se han dado a conocer detalles al respecto. En un primer momento, se informó de que el autobús transportaba a unos 75 pasajeros, y se especula que podría haber superado el límite de su capacidad.

Hoy se cumplen 20 años de la tragedia en la que 18 jóvenes perdieron la vida en un albergue de Todolella, Castellón. El 6 de febrero de 2005, un gas desprendido de una estufa defectuosa provocó el fatal accidente. A pesar de la investigación, la justicia no halló culpables y las familias continúan buscando respuestas. Desde nuestra redacción en Castellón, recordamos este trágico suceso con audios de archivo de RNE.