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Nicolás Maduro, presidente de Venezuela: "El Gobierno cobarde de España ha tomado una decisión nefasta en la historia de las relaciones entre España y Venezuela. Yo le digo al señor Pedro Sánchez: Dios no lo quiera, pero si algún día se concretara el golpe de Estado, si algún día se concretara una intervención militar gringa, sus manos, Pedro Sánchez, quedarán llenas de sangre".

En un movimiento coordinado de sus diplomacias, hasta once países de la Unión Europea han reconocido hoy también a Juan Guaidó como presidente de Venezuela, y le han emplazado a que convoque elecciones lo antes posible. Entre ellos, Alemania, Reino Unido y Francia.
Como bloque, la Unión Europea no ha conseguido fijar una posición común y defiende que corresponde a cada país reconocer o no a Guaidó. De hecho hay países como Grecia o Italia que aún no se han manifestado.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha reconocido a Juan Guaidó como "presidente encargado" en Venezuela para que convoque, cuanto antes, nuevs elecciones. Lo ha hecho mediante una declaración institucional en el Palacio de la Moncloa, cuando concluía el plazo dado a Nicolás Maduro para que convocara nuevas elecciones presidenciales.

Tras el anuncio de Pedro Sánchez de que España reconoce a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela, Nicolás Maduro ha acusado al presidente de tomar una decisión nefasta. Mientras, la embajada española en Venezuela se prepara para un escenario incierto. Nos lo cuenta enviado especial de RNE a Caracas, Fran Sevilla. 

El Reino Unido considera inaceptable que la Unión Europea defina a Gibraltar como una colonia británica; así aparece en un documento comunitario sobre los planes en caso de que haya un Brexit sin acuerdo.

"Gibraltar es una colonia de la Corona Británica". Lo dice un documento aprobado hoy en Bruselas sobre cómo viajarán los británicos por Europa cuando salgan de la Unión. Es una referencia a pie de página incluída, según algunas fuentes, a petición de España, y por la que ha protestado el Reino Unido

Venezuela vive, probablemente, sus momentos más críticos desde la muerte de Hugo Chávez hace casi seis años. Hoy, Nicolás Maduro ha dicho que no va a adelantar las elecciones presidenciales, como le pide la Unión Europea y gran parte de la comunidad internacional.

Maduro ha dicho que hay un complot contra él y que si le ocurre algo será Donald Trump el culpable y el responsable. En unas horas comienzan las concentraciones convocadas por la oposición en todo el país que serán el preludio de la gran marcha prevista para el sábado. 

El Gobierno español insiste en que deben convocarse unas elecciones libres en Venezuela. El embajador venezolano en Madrid ha defendido, en Los Desayunos de Televisión Española, la legalidad de las elecciones en las que eligieron a Nicolás Maduro.

Por su parte, el Ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Josep Borrell ha declarado que "España no está planteando un cambio de régimen en Venezuela, estamos ante una presión para que los venezolanos puedan expresarse libremente sobre quién debe gobernarles..."

El hartazgo con el gobierno de Maduro ha llegado también a barrios populares como este de El Valle, donde ya hubo protestas la noche del 23 de enero, y donde también se palpa el ánimo de seguir manteniendo el pulso en la calle.

Alzar la voz contra el Gobierno todavía no es fácil en estos antiguos bastiones del chavismo. El ambiente se tensa cuando alguien lo hace. Los nervios aparecen cuando se pregunta por política. 

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha expresado su respaldo a la "lucha por la democracia" de Venezuela y, sin mencionar explícitamente al presidente Nicolás Maduro ha asegurado en República Dominicana que "quien contrapone socialismo y libertad y responde con balas y prisiones a las ansias de libertad y democracia no es socialista sino un tirano".

De ilegales, unilaterales, criminales e inmorales calificó Maduro las sanciones que Estados Unidos ha impuesto a la petrolera estatal PDVSA que incluyen la congelación de los fondos de la compañía en el país norteamericano. El jefe del Ejecutivo anunció acciones legales. 

Podemos comenzó con el movimiento 15M de 2011, se fundó tres años mas tarde pero ahora, cuando se cumplen cinco años, suma ya múltiples discrepancias ideológicas entre sus dirigentes, que se ha reflejado en el anuncio de Íñigo Errejón de abandonar las siglas de Podemos por las de Manuela Carmena.