Militares ucranianos desguazan blindados rusos en la carretera que va de Bucha al hospital psiquiátrico de Borodianka. Allí los pacientes toman el sol, algunos ajenos a que la guerra continúa. Otros aún lo recuerdan porque las tropas chechenas llegaron a principios del mes de marzo.
"Tuve que pedir a los enfermos que no se asomaran a la ventana para que no les dispararan", dice Marina Ganivska, directora del centro, que tuvo que convencer a los ocupantes de que los hombres que estaban allí no eran soldados, sino pacientes. Informa el enviado especial de TVE, Óscar Mijallo.