Rusia ha reabierto este lunes el estrecho de Kerch, que comunica el mar de Azov (al norte) con el Mar Negro (al sur) junto a la península de Crimea, tras el grave incidente de este domingo con navíos ucranianos, pero no ha liberado ni los barcos ni a sus tripulantes.
La armada rusa apresó a dos patrulleras y un remolcador ucranianos que supuestamente habían entrado ilegalmente en sus aguas. Moscú reconoce que abrió fuego contra los navíos, hiriendo a seis de sus tripulantes, que según asegura se encuentran fuera de peligro.
Rusia acusa a los barcos de realizar "maniobras peligrosas" y ha calificado lo sucedido como una "peligrosa provocación". Ucrania mantiene que sus buques fueron apresados en aguas neutrales cuando regresaban al puerto de Odessa, en el mar Negro, del que habían partido en la mañana del domingo.
La tensión en el Azov se ha disparado desde que Moscú inauguró en mayo un puente sobre el estrecho para unir la península de Crimea con Rusia. Moscú anexionó unilateralmente Crimea en marzo de 2014 y apoya a los rebeldes prorrusos en el este de Ucrania, precisamente la región que comunica con el mar de Azov.
Moscú y Kiev firmaron en 2003 un acuerdo sobre el uso del estrecho y del mar de Azov, por el que se permite la circulación de buques comerciales mientras que los navíos militares tienen que informar a la otra parte.
Sin embargo, Moscú ha establecido un reglamento de concesión de permisos y un horario de tránsito que según Kiev perjudica el comercio con sus puertos en el mar de Azov, Mariupol y Berdyansk. Además, las autoridades rusas han redoblado las inspecciones de los buques ucranianos, por lo que Ucrania denuncia un bloqueo comercial de facto para debilitar su economía y su control sobre el este del país.
El incidente naval ha hecho sonar las alarmas en las cancillerías de todo el mundo. Turquía, país costero del mar Negro, Alemania y China, entre otros, han mostrado su preocupación por los recientes acontecimientos. La UE ha condenado el uso de la fuerza por parte de Rusia y ha exigido que libere los barcos y a sus tripulantes, mientras que el Consejo de Seguridad de la ONU va a reunirse de urgencia.