Este año las desgracias se han acumulado en la Comunidad Valenciana. Hace unos meses, un incendio devoró un bloque de pisos del barrio de Campanar y a finales de octubre, las aguas torrenciales de la DANA, destruyeron parte de la periferia de la capital. Dos tragedias que han afectado a Javier y a Inga, un matrimonio valenciano. En las llamas perdieron su casa y ahora el agua se ha llevado por delante el negocio de Javier.
Tras perder su hogar, fueron reubicados en un edifico de la zona y aunque no pagan la hipoteca de Campanar, sí tienen que hacerse cargo del alquiler. Desde febrero viven de ahorros y alguna ayuda que llegó de la Generalitat, pero, ahora, no saben qué hacer porque el negocio destruido era su "fuente de ingresos". "A nivel emocional nos está costando mucho. Seguimos sin recuperarnos del incendio y ahora con esto... Intentábamos levantar cabeza, pero hemos recaído", ha contado Inga en el canal 24 horas.