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  • La Iglesia Católica culmina el anormal proceso de beatificación del Pontífice
  • Tras su muerte se han repetido las excepciones para acelerar su ascenso
  • Su relación con el fundador de los Legionarios de Cristo retrasó el proceso
  • La curación milagrosa de una monja francesa enferma de Parkinson, clave

Karol Wojtyla nace en Wadowice en 1920, hijo de un militar y de una maestra. En su juventud se aficiona al deporte y al teatro. Durante la ocupación nazi de Polonia, trabaja como obrero y forma parte de la UNIA, una organización que ayudó a judíos a escapar. Ordenado sacerdote en 1946, en 1964 es arzobispo de Cracovia y en 1967 es nombrado cardenal por Pablo VI.

Juan Pablo II ha sido sin duda el Pontífice más mediático y más viajero: 129 países (cinco veces a España), más de un millón de kilómetros y actos de masas. Su destino preferido parecía ser América Latina: su primera salida fue a México en 1979. Era la primera ocasión en que un papa pisaba este país.

Ernesto Cardenal era sacerdote y también ministro de Cultura en el gobierno nicaragüense nacido de la revolución sandinista. En una imagen que dio la vuelta al mundo, el Papa le recriminó en público su permanencia en el gabinete. Una de las críticas de los sectores progresistas de la Iglesia es que Juan Pablo II acalló la Teología de la Liberación.

El 16 de octubre de 1978, el cónclave cardenalicio elige nuevo Pontífice, tras la muerte de Juan Pablo I, quien tan solo reinó 33 días. Wojtyla fue elegido Papa en la octava votación, con 99 sobre 111 votos. `Con obediencia y fe en Cristo, mi Señor, y con confianza en la Madre de Cristo y en la Iglesia, a pesar de grandes dificultades, acepto", fueron sus palabras.

Los peregrinos ya se dirigen a Roma. Los que ya están allí no han podido visitar la tumba de Juan Pablo II porque estaba cerrada debido a los preparativos. El Vaticano espera a 300.000 fieles, un tercio de ellos polacos. Todos los que asistirán esperan la lluvia no empañe la histórica celebración: hacía 1.000 años que un papa no beatificaba a su predecesor.

El pontificado de Juan Pablo II, con casi 27 años de duración, fue el tercero más largo de la historia de la Iglesia Católica. El papa polaco hizo más de cien viajes por todo el mundo.

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El 31 de octubre de 1982 Juan Pablo II llega por primera vez España (el primero de sus cinco viajes a nuestro país). En 10 días visita Madrid, Ávila, Salamanca, Toledo, Segovia, Sevilla, Granada, Loyola (Guipúzcoa), Navarra, Zaragoza, Barcelona, Valencia y Santiago de Compostela. El lema apostólico "Totus tuus" (Todo tuyo) le compaña allá por donde va.

En enero de 1998, el Papa inicia una histórica visita a la isla caribeña, donde es recibido con todos los honores por Fidel Castro. El viaje simboliza la normalización entre la iglesia cubana y el estado socialista. La visita es observada desde EE.UU. como una posibilidad para avanzar en la transición en la isla.

El 2 de abril, a las 21.37 horas, el Papa muere en su apartamento privado del Vaticano. Tenía 84 años. El funeral, celebrado el 8 de abril, se convierte en su último acto de masas. Un millón y medio de peregrinos llegan a Roma, junto a personalidades y autoridades de todo el mundo. Los fieles gritan una petición a su sustituto: "Santo súbito".