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El uso de nuevos misiles sobre el campo de batalla y la amenaza nuclear han vuelto a elevar la tensión en torno a la guerra de Ucrania. Con este nuevo escenario, la OTAN y Ucrania se reúnen de urgencia el próximo martes. Tras más de 1.000 días de guerra en Ucrania, en los últimos seis el panorama ha cambiado mucho. Días de escalada que han desembocado en el lanzamiento de un misil hipersónico ruso, el Oréshnik, sobre territorio ucraniano. Capaz de portar ojivas nucleares, es tan rápido que las defensas antimisiles no pueden detectarlo.

Y Vladímir Putin acaba de anunciar que lo van a producir en serie y seguirán haciendo ensayos también en combate. Subraya que "dependerá de las amenazas que reciba Rusia". Putin extiende la advertencia a los aliados de Kiev no es algo nuevo, pero ahora Occidente teme que pase de las palabras a los hechos. Para Volodímir Zelenski, este último movimiento de Putin demuestra que Rusia no quiere la paz y necesita escalar el conflicto.

Foto: EFE/EPA/GAVRIIL GRIGOROV/SPUTNIK/KREMLIN

El lanzamiento de un misil balístico experimental ruso que golpeó a la ciudad ucraniana de Dnipró inquieta a Estados Unidos. El Pentágono ha reconocido que se trata de un nuevo tipo de arma con capacidad letal en el campo de batalla ucraniano. A pesar de ello, Washington matiza que no ha percibido cambios en la postura nuclear de Rusia y confirma que Moscú les avisó del ataque antes de llevarlo a cabo a través de un sistema de comunicación permanente entre las dos potencias.

El Kremlin dice que el ataque, con un proyectil vacío, pero diseñado para portar cabezas nucleares, es una advertencia a los países occidentales que "ofrecen de forma imprudente" su armamento a Ucrania, en referencia a los misiles estadounidenses, británicos y franceses que acaba de estrenar Kiev contra territorio ruso. El líder norcoreano, Kim Jong Un, que ha dotado al ejército ruso con más de 10.000 soldados, también acusa a Estados Unidos de alentar una escalada nuclear.

Tras los impactos de los misiles rusos sobre Dnipro, Kiev acusaba inmediatamente a Moscú de lanzar por primera vez sobre territorio ucraniano un misil balístico de tipo intercontinental, capaz de llevar una carga nuclear y alcanzar objetivos a más de 5.000 kilómetros. En Rusia, su presidente, Vladímir Putin, confirmaba haber lanzado un nuevo misil balístico hipersónico, pero, en esta ocasión, de alcance medio. Fuentes estadounidenses también han desmentido la versión de Kiev, dado que el uso de misiles intercontinentales podría conducir a una escalada sin precedentes.

En todo caso, nadie duda de que, sean de uno u otro tipo, los lanzados hoy son la respuesta de Moscú ante los ataques ucranianos sobre territorio ruso de esta semana con misiles estadounidenses y británicos.

Entretanto, y en el plano de la llamada "guerra híbrida", Dinamarca vigila un carguero chino anclado en aguas danesas. Sospechan que puede estar relacionado con el corte de dos cables de telecomunicaciones submarinos en el Báltico. Pekín dice que no sabe nada al respecto.

Hace 1.000 días, las tropas rusas entraron en Ucrania, en una operación que Moscú pensó que apenas duraría unos cuantos días y que, sin embargo, se ha ido transformando en una guerra de desgaste. Ucrania logró expulsar a los rusos de Kiev y del norte tras meses de conflicto, y recuperó los territorios de Járkov y Jerson. Pero no pudo avanzar en el sur y ahora sufre de nuevo el empuje de Rusia en casi toda la línea de contacto.

La guerra también ha forzado cambios. Rusia ha sustituido a ministros y generales, ha usado y prescindido de mercenarios, ha movilizado a parte de su población, y ha tenido que recurrir a sus aliados China, Irán y Corea del Norte para surtir arsenales y filas. Ucrania también ha cesado a mandos militares y políticos. Zelenski ha suspendido las elecciones, ha instaurado el reclutamiento forzoso y ha logrado que sus aliados le envíen armas prohibidas al inicio de la invasión. Ya son más de 100 mil millones de dólares el armamento suministrado, como los misiles ATACMS que ahora Ucrania dispara contra Rusia.

Ni Rusia ni Ucrania reconocen las decenas de miles de soldados que han perdido. El grueso del sufrimiento lo sigue pagando la población ucraniana, con 12.000 civiles muertos y 14 millones de desplazados, de los cuales seis millones se han ido del país sin saber cuándo o qué se van a encontrar si un día vuelven a casa.

Seguramente no sea casualidad que justo cuando se cumplen los mil días del inicio de la guerra en Ucrania, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, haya decidido aprobar la nueva doctrina nuclear rusa que amplía los escenarios en los que se podrían usar ese tipo de armas de destrucción masiva.

Ahora podría haber una respuesta nuclear ante un ataque convencional si desde Moscú consideran amenazada la soberanía del país.

¿Qué ha pasado, qué está pasando y qué puede pasar en Ucrania después de 1.000 días de guerra? Lo analizamos con Christian Villanueva, director de la Revista Ejércitos, en este capítulo especial en el que, además, escuchamos las historias de dos matrimonios hispano-ucranianos que han recorrido caminos completamente opuestos desde que empezó el conflicto: Javier Larrauri y Olga Pronchuk vivían en Ucrania y desde que estalló la guerra residen en Alicante; Javier Espárrago y Natalia Kolomiiets, vivían en Dinamarca y decidieron regresa a Ucrania hace unos meses.

Biden permitirá a Ucrania usar armas estadounidenses para atacar a Rusia dentro de su territorio: "El cambio de postura se produce después de que Moscú incorpore soldados norcoreanos a su guerra", explica María Carou, corresponsal en Estados Unidos de RNE. En Las Mañanas con Josep Cuní, el coronel retirado que fue agregado de defensa en Rusia y Ucrania, Manuel Morato, considera que este movimiento "sin duda alguna es una escalada" y una forma de demostrar que Biden "quiere demostrar que el empeño de Estados Unidos es apoyar a Ucrania". Morato piensa que se ha ido aumentando la escalada desde el comienzo de la guerra:" Desgraciadamente, Ucrania no está ganando y eso no es bueno para las ucranianos, pero las consecuencias las estamos pagando en Europa", argumenta y añade: "Y las vamos a pagar. El final no es nada halagüeño ni siquiera pensando en lo que pueda ocurrir con Trump".

El también director del Instituto de Debate y Análisis de Políticas de Seguridad dice en RNE que Estados Unidos "puede dar marcha atrás en cualquier momento y no pierde mucho, pero los actuales líderes europeos lo tienen muy complicado".

Escucha la entrevista completa en RNE Audio.

¿Qué impacto tendrá en la guerra de Ucrania el regreso de Trump a la Casa Blanca? ¿Mantendrá el apoyo económico y militar a Zelenski o cerrará el grifo para forzarle a una buscar una salida rápida al conflicto? Lo analizamos con Alana Moceri, profesora de Relaciones Internacionales de la IE University, y con el corresponsal comunitario de RNE, David Vidueiro, que acaba de entrevistar en Kiev a Josep Borrell durante su último viaje a Ucrania como jefe de la diplomacia europea.

El Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, ha viajado a Ucrania en su último viaje antes de dejar su cargo. Su llegada a Kiev se produce en un contexto muy incierto para Ucrania por diversos motivos: el avance de Rusia en el frente, el freno en sus progresos en Kursk y la reciente victoria de Donald Trump en las elecciones estadounidenses.

Sobre la situación en Ucrania ha podido hablar con Borrell nuestro enviado especial a Kiev, David Vidueiro. Borrell ha reafirmado al apoyo de la UE con el Gobierno de Zelesnki: "Hemos mantenido una unidad remarcable que era difícil de imaginar que tuviéramos. Ahora, probablemente se empiecen a manifestar voces discrepantes sobre cómo continuar, pero hasta ahora hemos dado a Ucrania una ayuda militar inferior a la de Estados Unidos, pero nada despreciable de casi 44 mil millones de dólares entre todos los Estados miembros".

Josep Borell ha comentado que a nadie le debería extrañar un posible encuentro entre Trump y Putin, sin embargo, ha recalcado que su gobierno tardará en estar en funcionamiento al menos unos dos meses, por lo que es necesario "evitar especulaciones que en este momento son inútiles".

Sobre la incorporación de soldados norcoreanos al conflicto ucraniano, el Alto Representante de la Unión Europea ha explicado que "no cambia sustantivamente nada" porque se estima que solo son 10.000 hombres. "Si fueran a ser muchos más y tuvieran un papel de reemplazo de las tropas rusas, entonces sí, estaríamos ante un proceso de globalización del conflicto que tendría consecuencias porque se extendería más allá de las fronteras rusas", ha expresado Borrell. Escucha la entrevista completa en RNE Audio.

Las reacciones internacionales ante la victoria del candidato republicano Donald Trump en las elecciones presidenciales estadounidenses no han tardado en llegar.

El primer ministro británico, Keir Starmer, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el presidente de la República francesa, Emmanuel Macron, o el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, entre otros, han felicitado al republicano por su victoria, conscientes de que esta abre un nuevo capítulo en la política internacional.

Foto de Michael Kappeler / DPA