EN EL PRINCIPIO FUE EL CAOS
Me lo cuenta con pelos y señales Pedro Amalio López, realizador pionero de la televisión en España: “aquella primera emisión oficial de TVE, el domingo 28 de octubre de 1956, fue un sufrir”.
Quedamos con él en el Estudio Uno de Prado del Rey, la meca de los dramáticos, para que pueda evocar a gusto sus recuerdos. Y Pedro Amalio nos traslada al principio de los tiempos... al escenario de los hechos. Un chalet, no demasiado grande del Paseo de la Habana de Madrid, donde se improvisa un estudio en el garaje con gran lío de cables, cámaras y cuarenta trabajadores que inauguran la plantilla de la “tele”.
"No salía nada bien, pero nada, nada, nada...", recuerda en voz alta Pedro Amalio. "Llegaron tarde los micrófonos, el discursito inaugural lo tuvo que repetir el ministro cuatro veces... había muchos nervios, estábamos muy poco preparados y fuimos de error en error".
Nada que ver, está claro, con lo que refleja el NODO de la época: una inauguración muy aseada, rígida y formal, sin un sólo sonido ambiente que dé pistas del desaguisado. Menos mal que nos queda Pedro Amalio López, 76 lúcidos años, con su memoria intacta para recuperar algunos datos para la arqueología de la tele.
Por ejemplo: aunque muchas enciclopedias televisivas digan que aquel primer día se emitió un documental sobre los "Blancos mercenarios", Pedro Amalio nos hace ver que en algún momento de la historia se ha debido cruzar una errata, porque en realidad el documental era de tema religioso y no bélico. Se titulaba "Los blancos mercedarios" y se emitió en francés por error, otro más, en el traslado de la copia. También desmiente que hubiera misa inaugural que no estaba entonces la infraestructura para misas. Hubo, eso sí, un cura, el capellán de Franco, que bendijo las instalaciones… y punto.
Muy poquitos pudieron seguir esa histórica inauguración. Apenas había 600 televisores en España y todos ellos en Madrid. Pero logramos localizar a uno de aquellos primeros y atónitos teleespectadores: José Manuel Alonso Ibarrola, entonces jovencísimo estudiante de la escuela de periodismo. Ibarrola quedó aquel día con un grupo de amigos para ver el invento del que le habían hablado en las aulas. Y recuerda los coros y danzas, lo sorprendente que les pareció a todos el aparato... y lo poco en serio que se lo tomaron.
Poco más o menos la misma primera impresión tuvo desde dentro de la “tele” Laura, llamada entonces, Laurita Valenzuela. Quedamos con ella, aspecto impecable, altísima, guapa, simpática, y no podemos creer que tenga 75 años. Rodeada de cámaras ultramodernas en el mismo estudio de Torrespaña donde cada día se sientan Ana o Lorenzo a presentar Telediarios, la histórica presentadora admite con desparpajo que no tenía ni idea de lo que hacía en aquella primera época y que eso le quitaba nervios. Todo era tan nuevo para ella y sus compañeros presentadores, Blanca Alvarez y Jesús Alvarez, que les permitía estar absolutamente desinhibidos delante de las cámaras. Quizás por eso enseguida fueron muy, muy populares y muy, muy queridos.
A partir de aquí todo es “boom” televisivo. Series, concursos, fama inmediata... Tenemos todo el año para ir contando el medio siglo de historia de TVE en los Telediarios y en Internet.
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