Es imposible prevenir el gazapo, sobre todo en directo. Pero lo cierto es que quien lo protagoniza no deja de pensar en ese instante: "tierra trágame" o "hoy tenía que haberme quedado en la cama".
Hay quien lleva mejor el error y hasta se ríe de sí mismo; pero lo cierto es que a nadie le gusta pasar por ese trance que tantas risas provoca.
¿Reirse de uno mismo o reirse de los demás? Hay quien incluso lo pasa tan mal viendo la matedura de pata como el que bebe el caliz del condenado gazapo.
Hoy, en nuestro repaso a la historia de la tele, nos hemos detenido en algunos pequeños errores de nuestros compañeros. Los nuestros -nuestros errores, que por supuesto los hemos tenido- es mejor esconderlos para otra ocasión.