¿Han visto algo más agradecido que los concursos musicales de Televisión? Tienen emoción, competitividad, suspense, espectáculo... Y encima, ¡música! Ingredientes que, bien mezclados, pueden generar auténticos éxitos en la pequeña pantalla. Yo, he de decirlo, soy una apasionada de este género que, para muchos, ha marcado sus vidas.
La fórmula no es nueva y el catálogo inagotable. Sólo hay que reciclarse para ir con los tiempos que corren. Se puede decir que los concursos han nacido con la misma TV.
En nuestra memoria más reciente tenemos éxitos de audiencia y fenómenos televisivos como OPERACIÓN TRIUNFO (OT) o ¡MIRA QUIÉN BAILA!
Pero si nos remontamos a los principios de la historia catódica no es difícil comprobar cómo casi todo, por no decir todo, está inventado...
UN PASAPORTE A LA FAMA
El fantástico archivo audiovisual de esta Casa nos ofrece auténticos tesoros de la historia de la TV y, desde luego, los que más no seducen son los que rescatamos en blanco y negro.
Hablando, como hablamos, de concursos de música y baile, me ha llamado poderosamente la atención, saber cómo el camino hacia la fama al que aspiraban en el 2000 los jóvenes de OT, ya lo encontrábamos en los años 70.
En PASAPORTE A DUBLÍN, una modernísima Massiel y un tímido y recatado Julio Iglesias nos presentaban a lo más granado del panorama artístico español. En el concurso, los artistas -iconos del momento- aspiraban a participar en el Festival de Eurovisión. Por allí, pasaron Rocío Jurado, Junior, Encarnita Polo, Jaime Morey....
Todos, por supuesto, cantan lo mejor que saben hacerlo y también se presentan a sí mismos. De modo que conocemos sus cualidades artísticas y también las humanas. Y ahí van algunas perlas:
- Soy muy coqueta; una extraña mezcla de niña y mujer, me gusta planchar la ropa de mis muñecos... - dice, en off, una ingenua Karina. La rubia muñeca, como así se la llamaba entonces, ganó el concurso, fue a Eurovisión y quedó en segundo lugar. Pero, dicen los cronistas de la época que el vencedor moral y el que ganó más discos fue el malogrado Nino Bravo con su chorro de voz.
También en los años 70, los espectadores verían a jóvenes valores en LA GRAN OCASIÓN presentado por Miguel de los Santos. Fue otro concurso para cantantes desconocidos. Una postal auténtica de la moda del momento: “melenudos”, como se llamaría entonces a los de pelo largo, con pantalones de campana y camisas de flores con grandes cuellos. Hoy los vemos un pelín horteras, pero, entonces, eran de lo más moderno.
DE LA TARJETA-VOTO AL SMS
En una tele todavía en blanco y negro, encontramos cómo los concursos de canción buscaban ya la complicidad de la audiencia. En CANCIÓN 71, que presentaban Laurita Valenzuela y el humorista Tony Leblanc, se votaba ya a las canciones favoritas. Y ¿saben cómo se hacía? Pues comprando tarjetas-voto en las oficinas de Correo de toda España. Después se mandaban y ¡listo!
Entonces, hace tres décadas, no cabía imaginar que pudiéramos tener un teléfono móvil y mucho menos votar a través de los ya tan extendidos SMS. Los mensajes, a través de los móviles, sirvieron para que una chica tierna se alzara con el premio de la primera Edición de OPERACIÓN TRIUNFO. Con su espontaneidad y su gran voz se convirtió en la favorita del público y llegó a Eurovisión.
- Aquello fue inesperado, - nos confiesa Rosa López.- ¿Cómo me sentí? Por un lado, fue como un sueño cumplido.
Hoy, Rosa reconoce haberse sentido abrumada por el éxito de un concurso que rompió audiencias en TVE y que se convirtió en un fenómeno de masas. Es, quizá, la doble vertiente de este tipo de certámenes: la del camino hacia la fama y el miedo a no saber asumirlo.
¿CUAL ES LA FÓRMULA DEL ÉXITO?
Para Mecano, uno de los grupos que cosechó más éxito, su paso por el concurso de GENTE JOVEN de TVE pasó sin pena, ni gloria. Entonces el cantante era José María Cano a quien acompañaban coralmente su hermano Nacho y Ana Torroja.
-Recuerdo que tenía 18 años y cara de asustada, -nos dice la ex cantante de Mecano, Ana Torroja , que comienza ahora gira con los éxitos del grupo.
-Obviamente perdimos, pero más tarde sin la TV, no habríamos hecho nada. Era la única plataforma para darte a conocer.
Estamos en los ochenta y el programa APLAUSO arrasa con LA JUVENTUD BAILA, un concurso de baile en el que participan jóvenes de todo el país.
-Se hizo- nos recuerda su presentador José Luis Fradejas- para llenar quince minutos que nos sobraban de programa y luego se convirtió en un acontecimiento sociológico.
Localizar a Fradejas, 25 años después, ha sido casi un trabajo de espías. Se ha convertido en un ejecutivo y rehuye la popularidad.
-Desde luego la clave del éxito, -recuerda José Luis Fradejas,- fue la participación masiva. No pretendíamos hacer grandes bailarines, pero tenía un aire fresco, espontáneo. Y tenía la capacidad de agrupar a toda la familia frente al televisor.
Hoy, la fórmula del baile continúa con otra estética y nuevos estilos en ¡MIRA QUIÉN BAILA¡ un programa-concurso que convierte en bailarines a personajes famosos y que es seguido, cada semana, por una audiencia fiel. A veces, la clave del éxito está en las cosas más sencillas.
Y los concursos musicales siguen siendo un filón.
paz.rubio@rtve.es
|