AGUSTINA DE ARAGÓN

A finales de los 60 ganar el Festival de Eurovisión se había convertido casi en una cuestión de honor para los directivos de Televisión Española. Esta casa acumulaba premios internacionales con producciones de prestigio como "La Cabina" o "Historia de la frivolidad", pero faltaba un golpe de efecto definitivo. Después de fracasar con Conchita Bautista, José Guardiola, Raphael y otros, alguien pensó que Joan Manuel Serrat era el candidato ideal.

La historia no por conocida es menos jugosa.

Serrat hace la promoción del "La, la, la" pero cuando apenas queda tiempo para rectificar exige cantar en catalán. Escándalo mayúsculo; Serrat despedido, y Massiel que aterriza en Barajas procedente de México sin saber de qué va la cosa pero dispuesta a batirse el cobre.

-Yo no sabía qué le había pasado a Serrat, creía que había tenido un accidente y que no podía cantar -me dice mientras preparamos la entrevista en la sede de la SGAE de Madrid.

Hubo que hacer unos arreglos nuevos para adaptar el tema al estilo de Massiel.

-Todo el mundo estaba de los nervios. Grabé la canción en la sede de la Dirección General de Seguridad, en la Puerta del Sol, y me fui a París para comprarme el famoso vestido de Andre Courrege, que había visto en la portada del ELLE. -Massiel habla tan rápido que resulta difícil seguirle el hilo.

Dos semanas después se plantó en el escenario del Royal Albert Hall de Londres y con una energía encomiable cantó un "La, la, la" histórico.

-Yo es que era muy joven -dice- y como todos los jóvenes quería comerme el mundo.

Cliff Richard que jugaba en casa se tuvo que conformar con el segundo puesto para su "Congratulations". A Massiel la recibieron en Prado del Rey con honores de Jefe de Estado. Hubo quien la comparó con Agustina de Aragón.

-Luego hago unas declaraciones a Triunfo, se cabrea todo el establishment conmigo, me ven como no manipulable, y estoy un año sin pisar Televisión Española que era Una, Grande y Libre, la única, y entonces tengo que pedir perdón y mandarle una carta a Fraga para poder seguir rehaciendo mi carrera. -Lo suelta así, todo de sopetón, como si todavía le quemara.

LA CASA POR LA VENTANA

Televisión Española celebró a lo grande el Festival en 1969 desde el Teatro Real de Madrid. Laura Valenzuela presentó la gala, José Luis Uribarri se encargó de comentarla, Jesús Álvarez hizo las entrevistas y el realizador Ramón Díez la retransmitió en color para toda Europa, aunque aquí la vimos en blanco y negro.

Salomé defendió el pabellón español con dignidad y le puso todo el entusiasmo que era posible al facilón y muy festivalero "Vivo cantando". Tuvo la mala fortuna de compartir el primer premio con Inglaterra, Francia y Holanda, y por eso su victoria quedó algo deslucida.

Dicen los cronistas de la época que los gastos ascendieron a 100 millones de pesetas y que las arcas de la tele se quedaron exhaustas. Yo eso no lo sé, pero José Luis Uribarri me comentaba: 

-10 años después, en las transmisiones, todos los que habían estado con sus respectivas delegaciones en Madrid, me pedían y me decían, “¿Cuándo vuelve a ganar España? Porque como nos trataron ahí, no nos han vuelto a tratar en ningún país de Europa. ¡Queremos volver, queremos que gane España!”

ESPAÑA LE QUITA EL TRIUNFO A ESPAÑA

Es cierto que desde entonces no hemos vuelto a ganar pero diez años más tarde casi lo conseguimos, lo que ocurre es que nos topamos con el jurado español.

Betty Missiego acudía a Jerusalén con "Su canción", una melodía con tintes pacifistas para una ciudad en estado de sitio.

-Teníamos que estar metidos en la habitación todo el día -me cuenta en el jardín de su casa donde grabamos la entrevista-. El hotel estaba tomado por la policía y el ejército, y teníamos asignados dos guardaespaldas del servicio secreto.

En esas condiciones no era fácil concentrarse en el Festival pero Betty Missiego cantó con mucho aplomo acompañada por un coro de niños.
A España le tocó votar la última y cuando le llegó el turno Betty Missiego le ganaba a Israel por un sólo punto. Bastaba con no darles ningún voto para ser primeros. Y en esto va el jurado español y dice aquello de "Israel, tenpoints". Estupor general. A la pobre Betty no le queda otra que poner cara de circunstancias.

-Los niños empezaron a llorar porque, claro, se sentían ganadores y entonces me salió más la parte maternal, y les dije, no niños, hemos quedado divinamente, y ya veras tú como nos van a recibir en España, y entonces eso me quitó un poco el choque tan fuerte.

Desde entonces arrastramos el sambenito de que no queremos ganar.

EL FESTIVAL HOY

No sé que va a ocurrir con Las Ketchup que este sábado representan a España en Atenas pero ganar o no ganar ya no es una urgencia histórica para nadie, ni para ellas ni para Televisión Española. Hoy día son los países que se incorporan a la Unión Europea o que aspiran a hacerlo pronto los que más pujan por el Festival. Como España en los 60, también ven en el Eurofestival una plataforma de primer orden para promocionarse en el exterior.

carlos.ruscalleda@rtve.es