EVARISTO CANETE

Evaristo es un peso pesado de los informativos. Cuentan, los que han cubierto guerras con él, que tiene aplomo, olfato y un sexto sentido para advertir el peligro. Un don especial para contar historias con la cámara, un instinto periodístico que no se enseña en la Universidad.

Esas cualidades explican su grabación más famosa, en 1985: la agonía de la niña Omayra, atrapada en un charco de agua embarrada durante la erupción del volcán Nevado del Ruíz, en Colombia. Es sin duda una de las secuencias más desgarradoras, mas estremecedoras de la historia de la televisión, la que dió medida exacta a la dimensión de aquella tragedia y convirtió a Canete en un reportero multipremiado.

El tesón, la sensibilidad y la impotencia que encierran las imagenes de Omayra son solo un ejemplo del trabajo de Canete. Porque en su curriculum aparecen momentos históricos por todos lados...

-Yo no soy muy abuelo Cebolleta, -me dice, -no voy con batallitas por aquí y por allá. Pero tengo que reconocer que me sorprendo cuando veo en la tele muchas cosas mías de hace tiempo. Tiran de archivo, claro, y ... salen. La verdad es que llevo treinta y ocho años con la cámara y eso es mucho tiempo, he podido estar en muchos sitios, hacer muchas cosas.

Lo dice con un cierto tono de nostalgia, como quien hace balance del pasado. Es inevitable. Hoy por hoy, cuando hablas con Canete, 56 años, sale el tema de su posible jubilación anticipada.

-No me hago a la idea. La cámara me lo permite todo. Me empuja, me da fuerza para llegar a sitios donde sin ella no me atrevo. Puedo estar en medio del caos, en una trinchera o en una catástrofe, guiño el ojo izquierdo y me transformo en el encargado de captar todo lo que me rodea y trasmitirlo en imágenes. En cambio soy incapaz de escribir un guión, una crónica, una noticia. Lo mío no es el bolígrafo.

Ni falta que hace. Evaristo es un gran periodista sin haber escrito una sola línea. Me lo dijo Iñaki Gabilondo : “Da recuerdos a Evaristo Canete, el mejor periodista de Televisión Española".

CARMEN SARMIENTO

A Carmen Sarmiento no es fácil localizarla en Madrid. Sigue estando siempre de viaje, dando conferencias o haciendo reportajes para alguna ONG. Lleva cuatro años jubilada, retirada de las cámaras de TVE, pero sigue fiel a sus pasiones: el periodismo, el feminismo y la solidaridad (con los desheredados, marginados, excluidos, pobres, en fin...).

Quedo con ella en su casa, un ático céntrico y pequeñito, cargado de recuerdos de sus miles de viajes... Me enseña una colección de collares antiguos, étnicos... En las paredes, fotos con Rigoberta Menchú, con indígenas de pueblos perdidos, en pleno Sáhara con el Frente Polisario... instantes de la vida de esta periodista luchadora, que consiguió triunfar en su profesión. Aunque le costó abrirse un hueco en el gheto masculino de la Redacción de Internacional, donde sólo tenía de compañera a Elena Martí , otra pionera.

-Conseguí ser reportera de guerra. Lo fuí durante nueve años, hasta que decidí no serlo. Y lo decidí yo. Porque el espectáculo de la guerra es lo más espantoso que te puedas imaginar, es el sufrimiento inútil, los cuerpos destrozados... el horror.

Sarmiento admite que no pudo soportarlo. No le servía el truco de Canete: guiñar el ojo, empezar a grabar y pensar que todo es una película, una pesadilla...

-Lo dejé. Y entonces empecé a preocuparme por aquellos seres que había ido dejando en el camino. Me dije, yo quiero recuperar esos rostros, esas historias que no he podido desarrollar por la premura de los informativos. Y es cuando se me ocurrió la serie de "Los Marginados.

Que fue un programa de impacto. Luego Carmen hizo "Mujeres de América Latina", más tarde "Los Excluídos" y... se especializó, definitivamente, en reportajes de denuncia...

-Es que esta sociedad en la que vivimos es una sociedad brutal, en la que los ricos son cada vez más brutalmente ricos. Yo siento la necesidad de denunciar esa realidad: que un puñado de familias, ¡sólo 25 familias en el mundo!, posean lo mismo que la mitad del mundo... que 3.000 millones de seres humanos vivan con un euro al día, no lo puedo soportar.

Carmen sigue instalada en su batalla social y feminista. Cuando habla lo hace con la misma convicción y claridad que en sus famosos reportajes. Aquellos que hicieron escuela, una importante cantera...

-Casi me da vergüenza decirlo, pero cuando doy alguna conferencia siempre hay alguien que me dice: 'Carmen, yo estudié periodismo porque veía tus reportajes'. O, el otro día un chaval de treinta años, me dice: 'Me hice cooperante porque vi tus programas' . Ya ves, estoy recogiendo todavía el fruto de todo aquello que hice con Televisión Española.

Cuando recupero los reportajes antiguos de Carmen, cuando repaso las imagenes de Canete, confirmo que son dos periodistas excepcionales. Y, la verdad, me entra el orgullo de tenerlos de compañeros. Maestros.

marga.gallego@rtve.es