Para hacer este reportaje sobre las series he utilizado fragmentos de "Habitación 508", "Historias para no dormir", "Plinio", "Curro Jiménez", "Verano Azul", "Anillos de oro", "Villarriba y Villabajo", "Pepa y Pepe" y he visitado también un rodaje de "Amar en tiempos revueltos".
Unas están hechas en estudio, otras se han rodado en cine, las hay que tienen el formato de un telefilm, otras más bien parecen teatro, algunas siguen el modelo de las telecomedias norteamericanas y otras beben en las fuentes de los culebrones sudamericanos.
-Que sí, que le llames hoy para quedar.
Es Lucía Gracia, la hermana de Sancho. Después de meses de intentos frustrados Curro Jiménez por fin me hace un hueco para una entrevista.
-Hola Sancho, -le digo por teléfono; no me sale hablarle de usted, lo he visto tantas veces en la tele o en el cine que es como de la familia.
-El viernes, a las siete de la tarde, -me dice. -El viernes me voy a la playa-.
-¡Ja! -se ríe.
-Bueno, irá Marga.
A las siete de la tarde Margarita despierta a Curro de la siesta. Media hora después le entrevista en un parque al lado de su casa. Debe de ser el calor o que todavía arrastra sueño atrasado pero a Sancho Gracia le da por contestar con monosílabos: "Sí", "No", "Una gran serie".
Sancho Gracia, Curro Jiménez, hay tanto del actor en el personaje que soy incapaz de hacer diferencias.
-Los franchutes, -dice, -espero que esto no cause un conflicto diplomático; nos metíamos con los franchutes porque la censura nos impedía meternos con los alcaldes- y cuando le oigo me da que es Curro Jiménez el que habla.
Si quieres hacer un reportaje sobre las series en la historia de Televisión Española tiene que salir por fuerza Sancho Gracia. Puedes prescindir de todo lo demás pero este pedazo de actor sacó adelante "Curro Jiménez", la serie, casi que él solito.
-Yo la producía. Trabajaban los mejores directores de cine de este país, incluido uno que fue director general de Televisión Española... Pilar Miró, por ejemplo -y recalca arrastrando las palabras "por ejemplo".
Curro Jiménez ha sido el único gran héroe que ha dado la televisión aquí. Un bandido justiciero, altivo, romántico y mujeriego. El Robin Hood de Sierra Morena dicen otros. ¿Qué niño de esa generación no soñó con ser el Zorro, Robin Hood o Curro Jiménez?
Con Antonio Giménez Rico todo fue mucho más sencillo. Le llamé por teléfono y al día siguiente le estaba entrevistando. Él dirigió la primera serie que Televisión Española encargó a una productora externa, "Plinio", basada en la obra literaria de Francisco García Pavón.
-Escribí los guiones encerrado en un monasterio con José Luis Garci. La música es de Carmelo Bernaola; José Luis García Sánchez fue el ayudante de realización; la produjo José María González Sinde y la fotografió José Luis Alcaíne que hizo un trabajo maestro con claroscuros que hasta entonces no se habían intentado en televisión.
"Plinio" no tuvo demasiada repercusión pero como era de ambiente rural a Giménez Rico lo llamaron para que colaborara con Antonio Mercero en "Crónicas de un pueblo", otra serie clásica de TVE. Llegó a firmar un montón de capítulos.
-Rodábamos a la vez, yo en una parte del pueblo y Mercero en otra. Y nos robábamos a los actores. Decíamos, quiero hacer un plano con tal y había que esperar a que Mercero terminara o a que terminara yo.
Dice Giménez Rico que fue como un master en dirección.
-Dos años haciendo una serie con guiones y capítulos que te daban tres días antes. A veces te parecían horribles pero tú el lunes tenías que salir e inventarte cosas para darles un cierto aire y una cierta gracia. Eso es como hacer un master en la escuela más prestigiosa de cine.
A Verónica Forqué no le hacen falta masters porque ella mamó el cine y la televisión desde muy pequeñita. A mí siempre me ha fascinado esa aparente ingenuidad de los personajes que interpreta y he tendido a pensar que ella es así. Pero después de conocerla ya no estoy tan seguro, no creo que tenga nada de ingenua.
Después de participar en muchas otras series, obras de teatro y espacios dramáticos, Verónica Forqué encontró su sitio en Televisión Española con "Pepa y Pepe". Era una telecomedia muy a la americana con "Roseanne" como referente más inmediato. Conectó de inmediato con la audiencia, tenía 6 millones de espectadores por capítulo.
-El éxito es un misterio, -me dice. -Si conociéramos las claves, todos seríamos millonarios... y seríamos probablemente también mucho más estúpidos... aunque, claro, un éxito de vez en cuando ayuda a seguir viviendo.
Bien lo sabe ella que fue de cadena en cadena ofreciendo la serie hasta que Ramón Colom, entonces director de TVE, se entusiasmó con el proyecto. De eso hace sólo 10 años pero el mundo de la televisión ha cambiado mucho en este tiempo.
-Tenía un alma esa serie, y yo creo que eso era lo que conectaba con el público. Hoy día la sociedad es mucho más feroz y no sé qué pasaría si la volviéramos a hacer.
Para hacer este reportaje sobre las series he utilizado fragmentos de "Habitación 508", "Historias para no dormir", "Plinio", "Curro Jiménez", "Verano Azul", "Anillos de oro", "Villarriba y Villabajo", "Pepa y Pepe" y he visitado también un rodaje de "Amar en tiempos revueltos".
Unas están hechas en estudio, otras se han rodado en cine, las hay que tienen el formato de un telefilm, otras más bien parecen teatro, algunas siguen el modelo de las telecomedias norteamericanas y otras beben en las fuentes de los culebrones sudamericanos.
Ese es el caso de "Amar en tiempos revueltos" un culebrón ambientado en la España de la posguerra que ha dignificado el género. Es un serial que se emite todos los días después de comer y que obliga a todo el equipo a echar muchas horas de trabajo.
Están divididos en dos unidades de rodaje. Unos trabajan en el estudio y tienen que terminar unas 10 escenas cada día. La segunda unidad se encarga de rodar en la calle, a razón de 6 escenas por jornada.
Los encontré en el Madrid de los Austrias, en pleno centro, un día de intenso bochorno.
-Es mucha presión sobre todo psicológica, porque terminas agotada al hacer tantas secuencias, pero en positivo, eso hace que también tengas mucho rodaje para interpretar otras muchas cosas.
Me lo dice la actriz Elisa Garzón que tiene un pequeño papel en la historia. Y no pierde la sonrisa a pesar de llevar todo el día trabajando después de levantarse a las cinco y media de la mañana. Y cuando acabe aquí se va a casa a aprenderse el guión de mañana.
Hay que producir a todo ritmo. La tele es como un gran agujero negro. Se traga todo lo que le echas y sigue insaciable.
carlos.ruscalleda@rtve.es |