Queridas y queridos::: regresamos al inolvidable Franz Liszt, en la compañía literario-amorosa de Carolyne Sayn-Wittgesntein, en los 1850s, cambiando nuestra forma de percibir la música y la vida. Liszt inventa ese concepto de "poema sinfónico". Y hoy nos adentramos en tres de ellos:
Prometeo: el Titán condenado por robar el fuego de los dioses, el secreto de los dioses, que Liszt equipara al secreto de la creatividad, el cual Prometeo extiende por la Humanidad. La música tiene un tema para la condena inexorable, otro para el carácter indómito de Prometeo, y otro para su sueño de libertad. ¿Conseguirá ser liberado?... Pasen y vean/escuchen...
Orfeo: el héroe que transforma las almas con su canción mágica. Liszt lo considera una fuerza civilizadora, pacificadora, de la Humanidad, y por eso magnifica su canción, a ver si los humanos nos transformamos en seres pacificadores y sensibles.
Los Preludios: Carolyne lo relacionó para siempre con las Meditaciones Poéticas de Lamartine: "Qué es nuestra vida sino una serie de preludios a ese gran canto cuya primera nota entona solemnemente la Muerte". Así es: la muerte como libertad y como triunfo trascendental. Un tema generador, un tema para la meditación, y cuatro episodios: 1) la vida amorosa; 2) la lucha por la existencia; 3) la vida natural; 4) la batalla final... y esa conclusión legendaria del "gran canto", el colosal himno de victoria eterna. Felices fuegos de los dioses y felices preludios existenciales, queridas y queridos,,,