El vino español ha sido uno de los grandes afectados por los aranceles que Trump impuso a cuatro países europeos, entre ellos España, y que la Unión Europea y Estados Unidos han decidido ahora suspender. Para no perder cuota de mercado, las bodegas han asumido parte de ese 25 por ciento de arancel junto con importadores y distribuidores para no subir el precio. La Federación Española del Vino reconoce que, aun así, las ventas se han visto seriamente afectadas porque Estados Unidos es el segundo mercado para los vinos españoles envasados y también el segundo país que más paga por ellos.
El aceite con origen España era el único afectado por los aranceles del 25%, así que los exportadores han envasado aceite de otros países para sortearlos y no perder cuota. Estados Unidos es el responsable del 50% del consumo mundial de los aceites de oliva fuera de la Unión Europea. Desde Asoliva, que agrupa a la industria exportadora, recuerdan que no se ha podido producir el 80% del aceite elaborado en España. En declaraciones a Radio Nacional, remarcan que el daño ha sido mayor porque tampoco se ha podido vender aceite de oliva español a países que luego lo envasaban para venderlo en Estados Unidos.
El Gobierno celebra esta suspensión temporal de aranceles y, tanto el ministro de Agricultura, Luis Planas, como la de Industria, Reyes Maroto, piden a la nueva administración estadounidense que se llegue cuanto antes a una solución negociada.
Informa Iñigo Inchusta.