En 24 horas de Radio Nacional hacemos una radiografía de la situación de las personas mayores durante la pandemia, una parte de la población extremadamente vulnerable. Lo hacemos analizando la situación de las residencias de ancianos y el confinamiento domiciliario al que muchos de ellos se ven sometidos. Hoy la patronal de los centros de mayores, el Círculo Empresarial de Atención a las Personas (CEAPs), ha presentado un estudio: ¿Estamos preparados para la COVID-19?. Hablamos con su presidenta, Cinta Pascual. "Lo que necesitamos, y siempre lo hemos dicho, son servicios sanitarios. Los puntos que deberíamos tener cubiertos en España para estar preparados son PCRs y coordinación sanitaria. Desgraciadamente esto no está ocurriendo en toda España". Existe una disparidad de criterios sobre la dotación de equipos de protección individual (EPIs) y de test en los centros de mayores:algunas comunidades las administran a residentes y profesionales, otras solo a profesionales y otras a ninguno de ellos. "Faltan EPIs y test", cuenta Pascual. "En España tendría que haber EPIs en todas las residencias. Esto es lo que nos sorprende más, que algunas comunidades han dejado este tema para las residencias" explica. "Hay pocas comunidades que nos están suministrando EPIs cada semana o cada quince días en las residencias", cuenta Cinta Pascual. "Nuestra Sanidad tiene que hacerse cargo de las PCR. Si tenemos síntomas y vamos a nuestro centro de salud, nos harán una prueba. En las residencias tiene que ser igual". Desde CEAPs, apunta Pascual, siempre se ha dicho que la coordinación socio-sanitaria era fundamental. "Siempre lo hemos dicho, y muchas veces no ha sido posible", dice. "Las personas mayores, por edad, no pierden sus derechos",apunta. El confinamiento también ha supuesto consecuencias en la salud de los mayores, no solo para aquellos que vivían en residencias. Sobre estas consecuencias hablamos conJosé Augusto García Navarro, presidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología. García Navarro hace hincapié en la necesidad de articular medidas de fisioterapia, actividad física, cognitiva o actividad social, ya que el impacto de la falta de actividad y salir fuera influye de forma muy negativa. "La buena alimentación se puede seguir manteniendo durante el confinamiento", cuenta García Navarro. Pero el confinamiento ha comprometido otros dos pilares básicos del envejecimiento saludable como un buen grado de actividad física y tener contacto social intenso y variado. Además del importante deterioro físico de los mayores que están en su domicilio o en una residencia, desde la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología cuentan que "desde el punto de vista psicológico han aumentado los rasgos depresivos que afectan, especialmente, a los pacientes con demencia".
24 horas
COVID-19 y población mayor: una radiografía
29/07/2020
19:42