Vivimos en un mundo de virus. Empezamos a conocerlos a finales del siglo XIX y ahora sabemos que están por todas partes, desde las capas más altas de la atmósfera a las profundidades marinas. Se estima que hay más virus en la Tierra que estrellas en el cielo. Y comenzamos a entender su función. Sabemos que son causa de muchas enfermedades pero que también regulan la vida en la Tierra y han influido en la evolución. Hemos entrevistado a Juan Fueyo, profesor e investigador en neurología y oncología en el centro Oncológico MD Anderson de la Universidad de Texas, autor de “Viral” (Ediciones B).
Hemos informado de la obtención de pseudoembriones a partir de células de piel humanas; premio Abel para el matemático húngaro László Lovász y el israelí-estadounidense Avi Wigderson “por sus contribuciones fundacionales a la informática teórica y a la matemática discreta”; y el descubrimiento del odderón. Verónica Fuentes nos ha contado que los rayos podrían haber aportado el fósforo necesario para la aparición de la vida en la Tierra, y que –en contra de lo que pensábamos— durante el confinamiento no hubo más aves en el entorno urbano, sino que se oyeron y se vieron más gracias a su rápido cambio de comportamiento. Álvaro Martínez del Pozo ha dedicado su sección de moléculas imprescindibles para la vida a la integrilina, una proteína obtenida del veneno de serpiente que se usa como anticoagulante contra el infarto de miocardio. Montse Villar nos ha contado como un rayo azul pudo ser captado por primera vez desde la Estación Espacial Internacional. Hemos reseñado los libros "Humanos. ¿O no?", de Camilo José Cela Conde y Francisco Ayala (Alianza Editorial); “Construir el mundo”, de Enrique Gracián (Arpa); “Breve historia de la astronomía”, de Enrique José Díaz León (Guadalmazán); "Allá arriba. Guía del universo" (Geoplaneta); "La historia del mundo en 30 ecuaciones", de David Perezagua y Guillermo Peñas (Principal).