En este noveno y penúltimo capítulo de la serie de programas titulada “A la escucha del virus” retornamos a nuestras casas, a nuestras habitaciones (esos espacios —físicos y mentales— intermedios entre las ciudades y los cuerpos), para tantear radiofónicamente cómo se han transformado tras la pandemia. Intentamos repensar aquí qué son, qué representan, qué significan nuestras casas después de esta etapa en cada una de nuestras vidas, en la cual el confinamiento ha redimensionado, en muchos sentidos, nociones tales como “hogar”, “domicilio”, “morada”, “residencia”, “estancia”, “apartamento”, “habitación” o, simplemente, “vivienda”.
Para ello nos ayudan una serie de piezas que extraemos de una compilación, titulada “Viaje alrededor de mi cuarto”, surgida como resultado de una convocatoria abierta que fue lanzada en el inicio de esta crisis por el colectivo almeriense Morada Sónica, en complicidad con Wet Dreams Records. Las ideas de “confinamiento, reclusión, clausura, hibernación, desconexión, aislamiento, deportación, destierro y retiro”, entre otros, sirvieron como estímulo para los creadores cuyas obras presentamos en nuestro programa. Se trata de una selección del amplio conjunto de piezas cosechado mediante esta convocatoria (una antología que puede escucharse gratuitamente en Internet).
Los artistas y las composiciones que presentamos en nuestra exploración de la domesticidad propia de un tiempo posterior a la pandemia son Dal Verme (“Mon exil dans une chambre privée”), M. Nomized (“Confined Kitchen”), Germán Navarro (“Inside a Home”), José Guillén (“Contrahuella”), Antonio Murga (“Todo va a estar bien”), Jennifer Drone (“La música secreta de la habitación silenciosa”), Harar (“Aislados con Eliot”), “Red Kite” (“I am Sitting in a Room with Flu”), Juan Antonio Nieto (“Just a Dream”), Susana López “Era lunar”, Orgánica (“Del jardín al corazón”), Stahlfabrik (“I Hear It from Here”) y Josep Maria Soler (“Ungster JMS Remix”).